Para el juez una madre tan bonita no debe estar en la cárcel, por más agresiva que sea.

¿Dónde está la justicia para Evie? fueron las palabras con que el adolorido padre de la bebé, cuestionó al sistema judicial australiano por el fallo exageradamente blando que le fue otorgado a Lorien Norman de 26 años de edad, su ex-esposa y madre de la menor de apenas 8 meses de vida.


Es realmente triste que un pequeño indefenso resulte fuertemente agredido, incluso asesinado, por sus propios padres y cuando esto ocurre nos obligamos a pensar qué se hubiera podido hacer para evitar llegar a ese punto, qué medidas habrían prevenido tal sufrimiento para el niño o la niña y creemos que resulta difícil evitar esas situaciones porque pensamos que ocurren de un momento para otro, pero no es así.


Si se pudiera consultar los informes policiales de las investigaciones de este tipo de crímenes, nos daríamos cuenta que en la mayoría de los casos hubo antecedentes, casi siempre la víctima se vio involucrada en una situación anterior en donde corrió riesgos o había sido ya maltratada.

Entonces, ¿qué pasa?, ¿por qué no se previenen estos casos?, ¿por qué se esperan a que algo más grave ocurra? la respuesta es más simple de lo que imaginamos: porque hay jueces como Jack Costello que en vez de tomar medidas de precaución y a pesar de que ven que es evidente que existe tendencia a la violencia en el padre o en la madre de un menor, aún así lo dejan en libertad, pidiéndoles sólo a cambio que por dos años no reincidan en el comportamiento!!!! ¿Que tal, ahh??


Justo eso fue lo que pasó en este caso.

Shane McMahon y Lorien Norman tuvieron dos hijas antes de separarse, India fue la primera luego vino Evie, pero a pocos meses del nacimiento de la menor y a raíz de diferencias irreconciliables, él se fue de casa llevándose a sus dos hijas consigo.


Como era de esperarse un juez ordenó que se le respetara a la madre su derecho a pasar tiempo con sus hijas. Lamentablemente la madre demostró que esa fue la primera equivocación que se cometió en este caso pues un día que ambas niñas estaban bajo su cuidado, agredió brutalmente a la pequeña Evie, golpeándola con una cuchara larga de metal.




Esa noche los vecinos llamaron a la policía porque escucharon fuertes llantos provenientes de la casa de Lorien, cuando los oficiales llegaron vieron que la bebé tenía moretones en toda su carita, varios más en su cuerpo y su ojito estaba notablemente hinchado. Llevaron de inmediato a la niña y a la madre al hospital.

En primera instancia la madre declaró que la pequeña se había caído en el patio mientras jugaba, pero más tarde confesó que ella la había golpeado en un ataque de rabia porque la niña no dejaba de llorar. Así mismo, los vecinos informaron que habían visto a Lorien intentar botar a su hija desde un balcón de su casa.
No obstante la declaración de culpabilidad de la madre y los testimonios de los vecinos, un juez decidió que esta vanidosa mujer no representaba un peligro para sus hijas y que gracias a su cooperación iba a recibir un bono de dos años de reducción de su sentencia, además si se acogía a un programa de supervisión, no debería pasar ni siquiera un día en la cárcel, por un delito que da cuando menos, en casos ordinarios, 13 años de prisión. También exigió que se pagara una fianza de 500 dólares para dejar en libertad a Lorien Norman.


 Así de injusta fue la sentencia.

Estoy disgustado, estoy realmente sin palabras, he criado a estas dos niñas, Evie e India, yo solo, sin ayuda y ella recibe 10 meses de una sentencia que lleva un máximo de 13 años! ¿Dónde está la justicia para Evie? — Señaló Shane McMahon, el padre de la menor agredida.

El juez Tribunal de Distrito se defendió argumentando que se había basado en el informe del pediatra que revisó a la niña quien dijo que las heridas no habían afectado el cráneo, ni ningún órgano vital y que la bebé se recuperaría satisfactoriamente en los próximos días.

Si bien cualquier agresión a un niño, particularmente de una edad y vulnerabilidad tan tiernas, por parte de un padre es una grave violación de confianza, su ofensa está lejos de ser la más grave de cometer en este tipo de casos, de acuerdo al grado de fuerza aplicada y a la duración de la infracción. A este respecto, observo en particular la opinión del pediatra tratante de que no había evidencia de lesión ósea o intracraneal y que las lesiones físicas de su hija probablemente resolverían completamente — dijo el juez Jack Costello.

Y los daños psicológicos qué??, además por qué se tiene que esperar a que algo grave ocurra, a que esa pequeñita resulte lesionada de por vida o muerta para que la justicia haga algo??? Me enfurece que se ponga en peligro a un angelito inocente.


Esperamos de todo corazón que la madre resulte tan buena como el juez piensa y que esta bebesita nunca resulte herida. Fuerza al padre y compartimos su indignación.


Comparte su historia para que la opinión pública lo siga respaldando y la justicia australiana ordene una revisión del caso, tal vez si todos presionamos lo suficiente logremos que esta mujer termine donde se merece, en la cárcel, lejos de sus hijas.






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