Las mejores oraciones para orarle a la Virgen del Carmen.

El 16 de julio se celebra en Zacatecas el Día de la Virgen del Carmen, patrona de los transportadores. Aquí te contamos cuál es su historia y sus mejores oraciones para hacerle honor.



En España, la Virgen del Carmen es patrona del mar y de la Armada Española. También lo es del Ejército de los Andes, que liderado por el general José de San Martín, gestor de la independencia de Argentina, Chile y Perú. 

Por su parte en Chile es considerada Reina y Patrona de sus Fuerzas Armadas y de Carabineros de Chile. En Perú es 'Patrona del Criollismo' y en Bolivia es la patrona de la Nación y de sus Fuerzas Armadas.

La Fiesta de la Virgen del Carmen se celebra en Colombia porque los transportadores la adoptaron como su patrona y le piden protección en situaciones de peligro. Por esto es común ver en las carreteras colombianas altares en honor a la Virgen con velas alrededor puestas por los conductores con peticiones y escapularios.

Oración a la Virgen del Carmen

¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Vos, que miráis con ojos de particular bondad al que viste vuestro bendito Escapulario, miradme benignamente y cubridme con el manto de vuestra maternal protección. Fortaleced mi flaqueza con vuestro poder, iluminad las tinieblas de mi entendimiento con vuestra sabiduría, aumentad en mí la fe, la esperanza y la caridad. Adornad mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de vuestro divino Hijo y de Vos. Asistidme en vida, consoladme cuando muera con vuestra amabilísima presencia, y presentadme a la augustísima Trinidad como hijo y siervo devoto vuestro, para alabaros eternamente y bendeciros en el Paraíso. Amén.

Oración para agradecer a la Virgen del Carmen

¡Oh Virgen Santa del Carmen! Jamás podremos corresponder dignamente a los favores y gracias que nos has hecho al darnos tu santo Escapulario. Acepta nuestro sencillo, pero hondamente sentido, agradecimiento y, ya que nada te podemos dar que seadigno de Ti y de tus mercedes, ofrecemos nuestro corazón, con todo su amor, y toda nuestra vida, que queremos emplear en el amor y servicio de tu Hijo Señor nuestro, y en propagar tu dulce devoción, procurando que todos nuestros hermanos en la fe, con los cuales la divina Providencia nos hace convivir y relacionar, estimen y agradezcan tu gran don, vistiendo el santo Escapulario, y que todos podamos vivir y morir en tu amor y devoción. Amén.

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