Una de los mejores hábitos para dormir bien es el de darse una ducha o baño caliente antes de ir a la cama,
ya que nos ayuda a relajarnos.
El insomnio es un problema muy habitual hoy en día, pero no el único trastorno del sueño que no nos permite descansar como corresponde.
Si ya estás aburrido de tanto contar ovejas, te recomendamos que leas el siguiente artículo donde te indicaremos sobre los mejores hábitos para dormir.
Tips para dormir mejor
Algunas personas necesitan 6 horas para levantarse “frescos como una lechuga”, otros precisan 8 horas y están lo que dicen que si no duermen 10 horas seguidas son un zombi.
Cada uno sabe lo que su cuerpo requiere. No obstante, lo cierto es que si no podemos conciliar el sueño nuestra siguiente jornada puede ser desastrosa.
Por ello te damos algunos consejos para dormir mejor y recuperar energías como corresponde:
1. Hacer ejercicio
Una buena manera para dormir como un angelito es cansar al cuerpo.
La actividad física puede ser más o menos dificultosa según nuestros gustos y capacidades, pero por lo menos se debe realizar 3 veces por semana.
Caminar, nadar, andar en bicicleta o incluso bailar tiene muchos beneficios para nuestro organismo.
Cuando los músculos han trabajado más de lo habitual es más fácil conciliar el sueño y dormir profundamente.
Esto evitará por ejemplo que te desveles o que te despiertes durante la noche.
2. Armar una rutina de sueño:
El cuerpo necesita cumplir cierta estructura en relación a los horarios y actividades. No importa si es fin de semana, un día festivo o las vacaciones. Trata de acostarte y levantarte más o menos al mismo momento.
Puedes adelantar o atrasar hasta dos horas el reloj biológico, pero no más que eso, ya que, de lo contrario, el cerebro puede desorientarse y provocar varios desajustes en el ciclo del sueño y la vigilia.
3. Evitar actividades excitantes
Entre ellas podríamos encontrar mirar la televisión (sobre todo las noticias o una película de acción), las salidas nocturnas (ir de fiesta), trabajar (principalmente en la cama) o incluso discutir con la pareja.
Todo ello evita la relajación y no nos permite descansar.
4. Recordar cuál es la función de una cama
Básicamente se debería utilizar para dormir y para tener relaciones sexuales. Todas las demás actividades quedan exentas.
Nada de comer, jugar con el móvil, chatear, trabajar, etc. Debemos relacionar la cama con el sueño y no con otra cosa, así a la mente le será más sencillo descansar.
5. Evitar cenas copiosas
Ir a la cama con el estómago repleto no es bueno para la salud, ya que, al estar acostados, no podemos hacer bien la digestión, por ejemplo.
Si tienes pensado “cenar en grande” deja pasar, al menos, dos horas antes de intentar dormir.
Lo mismo ocurre si consumes alcohol o café. Estas bebidas tienen sustancias estimulantes que reducen la calidad del sueño.
6. Darse un baño caliente.
Después de una jornada agotadora y estresante nada mejor que un baño de inmersión o al menos una ducha caliente bien reconfortante.
Este hábito antes de acostarse proporciona relajación y distiende los músculos. Por lo tanto, puede convertirse en el mejor hábito para dormir.
También puedes elegir otras actividades de este tipo como, por ejemplo:
Meditar
Hacer yoga
Leer sobre superación personal
Oír música clásica
Lo importante es que el cerebro las tiene que relacionar con la hora de dormir y bajar las revoluciones.
7. Acondicionar la habitación
Es fundamental que el ambiente esté lo más oscuro posible. Para ello puedes poner cortinas gruesas o cerrar las persianas.
También puedes colocarte una máscara en los ojos para no ver la claridad cuando sale el sol.
A su vez es muy importante que la habitación esté alejada del ruido, tanto del interior como del exterior de la casa. Si esto no es posible, al menos ubica la cama de manera tal que los sonidos de afuera te molesten.
Otra cuestión fundamental es la temperatura ambiente. Trata de que siempre se mantenga fresca, sin importar la época del año. Demasiado frío o mucho calor pueden entorpecer el sueño.
Por último te recomendamos que ordenes bien el lugar y que no haya demasiados objetos a tu alrededor. Esto le dará tranquilidad a tu mente.
8. Usar ropa adecuada.
Además de acondicionar la habitación debes prestar atención a el atuendo que usas para dormir. No elijas nada que te quede demasiado ceñido al cuerpo y ten cuidado con los calcetines que ajustan en los tobillos.
Trata de no abrigarte mucho en invierno y, su lugar, coloca más mantas en la cama.
Si en verano te resulta difícil dormir por la humedad y el calor quizás te convenga encender el ventilador un rato antes de acostarte.
En cuanto a la cama, es imprescindible que el colchón y la almohada sean cómodos. Algunas personas prefieren elementos blandos y otros no. Todo depende de tus gustos.
Si compartes la alcoba asegúrate de que haya suficiente espacio para todos. Trata de no dormir con niños o mascotas en la misma cama.
9. Reducir las siestas
Dormir un rato por las tardes es un privilegio para muchos y una necesidad para otros. Sin embargo este descanso a mitad del día perturba el ritmo normal del sueño.
Si no puedes continuar tu jornada a menos que duermas una siesta, que no exceda los 30 minutos. No te recomendamos que lo hagas después de las tres de la tarde.
10. No consumir somníferos
Aunque puedan ser efectivos y ayudar cuando no podemos dormir, se convierten en una adicción. Cada vez necesitarás una dosis mayor para obtener resultados.
Solo deberías consumirlos en situaciones extremas y, por
supuesto, según prescripción médica.
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