Practicar sexo con más o menos frecuencia puede favorecer el que nuestro cutis luzca más brillante y con menos imperfecciones, dado que conseguimos que los poros se abran y eliminamos toxinas.
Las necesidades fisiológicas y el apetito sexual pueden hacerse evidentes en nuestro cuerpo mediante una serie de síntomas que reflejan el deseo de sentir contacto sexual y vivir experiencias excitantes.
La falta de sexo afecta física y emocionalmente a las personas, incluso sin que estas se lleguen a dar cuenta. Y es que esta necesidad humana va mucho más allá del placer que genera, pues también cumple una función importante en la salud y el bienestar.
Por diferentes motivos algunas personas intentan reprimir su deseo sexual y se cohíben de aquello que desean. Otras tienen más facilidad para expresarse y no dudan en vivir el momento al máximo cuando se da la oportunidad.
En todo caso, cuando pasa el tiempo y no tienen una experiencia sexual satisfactoria, esos deseos reprimidos se pueden hacer evidentes mediante ciertos comportamientos o señales.
1. Falta de sueño:
¿Dificultades para dormir en los últimos días? La actividad sexual ayuda a segregar una hormona conocida como oxitocina, importante para tener un sueño adecuado y placentero.
Cuando una persona pasa mucho tiempo sin sexo puede empezar a tener dificultades para conciliar el sueño.
2. Mal humor y estrés:
Tener altibajos en el carácter, en especial en el ámbito social, es un síntoma de que el cuerpo necesita sexo. Obviamente, no en todos los casos es esta la razón del estrés y el mal humor. Sin embargo, cuando pasan semanas y meses sin sentir satisfacción sexual, hay un mayor riesgo de estallar en emociones negativas como la irritabilidad, el pesimismo y otros cambios de humor bruscos.
Es importante saber que el sexo contribuye a tener un mejor estado de ánimo y, aunque muchas veces se intente ignorar, es una necesidad que no se puede reprimir.
3. Incrementan las fantasías:
En mayor o menor medida, toda persona sueña o tiene presentes algunas prácticas sexuales. Por lo general ocurren durante la noche o como producto de algún tipo de estímulo.
No obstante, cuando estas fantasías se convierten en algo frecuente y aparecen en diversos momentos del día, es porque el cuerpo está ansioso por tener relaciones sexuales.
4. Falta de brillo en la piel:
Parece incoherente pensar que el acto sexual puede mejorar el estado de la piel, pero no lo es. Cuando se practica sexo con frecuencia, los poros de la piel se abren y liberan las impurezas que se suelen acumular y que dan lugar a las imperfecciones.
Es obvio que no se trata de un tratamiento estético, sin embargo, como cualquier otra actividad física, el sexo facilita la eliminación de toxinas mediante el sudor y activa la circulación sanguínea. Si notamos que, de repente, el rostro ha perdido su brillo natural y hay más acné de lo habitual puede ser un indicio claro de falta de sexo.
5. Menos sociales:
El dejar de tener experiencias sexuales puede provocar un aislamiento social. Esto se explica por la disminución en la producción de endorfinas, sustancias que ayudan a mantener el buen humor y el deseo de estar rodeados de más personas.
6. Malestares físicos:
¿La razón? La falta de sexo disminuye la producción de serotonina y endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad y famosas por actuar como un analgésico natural.
7. Inseguridad:
Es muy probable que, al dejar de mantener relaciones sexuales, la persona empiece a sentir cierta inseguridad en sí misma y en todo lo que hace. El sexo es una actividad que mejora la autoestima y que permite tanto al hombre como a la mujer sentirse deseados y atendidos.
El no tener este tipo de experiencias provoca una insatisfacción propia que puede derivar en depresión, ansiedad y dificultades para tomar decisiones acertadas.
8. El peligroso sentimiento de soledad:
¡Cuidado! El sentir soledad puede llevar a tomar decisiones poco acertadas, en especial cuando de sexo se trata. Tras pasar mucho tiempo sin sentir la emoción del sexo, el sentimiento de la soledad empieza a dominar las emociones y puede ocurrir lo siguiente:
Ronda la idea de llamar, buscar o regresar con una expareja.
Se busca sexo en alguien cercano, como un amigo (o amiga) o un amante.
Hay una gran posibilidad de desear sexo casual con un desconocido durante una fiesta, sobre todo después de ingerir algunos tragos.
Decimos que son decisiones poco acertadas, ya que cada una puede traer consigo consecuencias negativas, aunque no en todos los casos.
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