Si te sientes deprimida o sola, busca a alguien que sabes que su compañía te hará sentir mejor, sal a caminar o juega con tu perro o tu gato.
Apóyate en hábitos de vida saludables. Cuando estas físicamente fuerte, relajada y descansada, eres mas capaz de manejar las emociones negativas que inevitablemente aparecerán en tu camino. Pero cuando te sientes exhausta y abrumada, cualquier contratiempo tiene el potencial para desestabilizarte y enviarte directo al refrigerador. El ejercicio, sueño y otros hábitos de vida saludable te ayudarán a sobrevivir momentos difíciles y evitar estar comiendo por estrés.
Hay dos hormonas en tu cuerpo que regulan los sentimientos normales de hambre y saciedad. La grelina estimula el apetito, mientras que la leptina envía señales al cerebro cuando está llena. Sin embargo, al no dormir lo que tu cuerpo necesita, tus niveles de grelina aumentan, estimulando el apetito y quiere más comida de lo normal y los niveles de leptina bajan, lo que significa que no te siente satisfecha y quieres seguir comiendo. Así que, entre menos duermas, más alimento te pedirá tu cuerpo. A la vez que es más difícil combatir tus antojos de comida, la sensación de cansancio también puede aumentar tus niveles de estrés, lo que te lleva a seguir comiendo por estrés. Para controlar tu apetito y reducir los antojos de comidas, trata de descansar lo suficiente, unas ocho horas de sueño de calidad cada noche.
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