Unos cónyuges adoptaron a una niña y empezaron a notar que ella reaccionaba de manera extraña cada vez que sonaba un viejo reloj...

En el lapso de los últimos 17 años, en todo el mundo se han realizado más de 267.000 adopciones de niños. Los padres que deciden crear una familia acogiendo a un pequeñín que no es su hijo biológico, suelen elegir a los más jóvenes (por lo general, la edad más "popular" oscila entre un par de meses y dos años) y centrarse sobre todo en las niñas (cuyas adopciones suponen casi un 62% de todos los casos). Gran parte ellas nacen en China y son adoptadas por las parejas provenientes de otros países. Este artículo tratará sobre una de estas chiquitas. Si te interesa conocer los detalles de su asombrosa historia, no dudes en seguir leyendo.





Chuck y Kim Walker (porque así se llaman los padres adoptivos de la jovencita) en aquella época sentían que su familia no era completa, y estaban en su derecho a creerlo. Su propio hijo falleció justo después de nacer y, por más que lo intentasen, no lograban apañárselas con el trauma que les había provocado aquel triste acontecimiento. Desconsolados, decidieron adoptar a una niña todavía en el año 2000, pero no dudaron en repetir el procedimiento cuando conocieron la historia de la bebé abandonada en la estación.


Emocionados y atónicos ante la verdad sobre la procedencia de la pequeñita, pronto se dieron cuenta de que podían mejorar su vida y proporcionarle todo el amor y cariño que necesite. Además, eran muy conscientes de que su adopción podría convertirse en una gran oportunidad para la niña. Cuando lograron finalizar todos los trámites y por fin pudieron dar la bienvenida a su hija menor, la nena tenía un año. Preguntados por lo que sentían al poder tomarla en brazos, responden unánimamente. 


"Fue un amor a primera vista. Nuestra decisión fue inconfundible", explican. Su alegría aumentó aun más cuando resultó que Mackenzie Grace (ya que así fue nombrada la bebé por sus nuevos padres) quedó encantada con su nuevo hogar. Tras pasear por toda la casa, llevaron a la niña a la cocina, donde se encontraba un viejo reloj. Justo después de escuchar la melodía que emitía la antiguedad la pequeña se le acercó, abrió la boca e... imito su sonido a la perfección.


Como era de esperar, ¡Chuck y Kim se quedaron perplejos! Ambos entendieron en un santiamén que su hija tiene un increíble don musical. Puesto que, al decidir adoptarla, prometieron mejorar su vida y hacer lo que esté a su alcance para hacerla feliz, de inmediato se pusieron a desarrollar el talento natural de Kenzie. Como podrás ver a continuación, su empeño ha traído sus frutos.


Hoy la jovencita tiene ya 13 años y sigue estudiando, y aunque no manifiesta su presencia en las redes sociales, ni trabaja de la misma manera que otros artistas de su edad, día tras día llena de orgullo a sus seres queridos. En la Red se pueden encontrar varias grabaciones y vídeos gracias a los que todo el muundo puede quedar bajo encanto de su maravillosa voz. Las capacidades vocales de Mackenzie son tan impresionantes, que ha decidido dedicar su vida al canto y a la música por completo.

La protagonista de esta historia no solo ha tenido la suerte de encontrar la tranquilidad, el amor y la comprensión en un lugar alejado de su país natal a miles de kilómetros, sino también quedar rodeada por unos seres dispuestos a sacrificarlo todo por su bien. ¿Te parece que hay muchos más casos como el de ella? ¿Qué te parece este relato?
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