La vida es un instante, hoy estamos y de pronto emprendemos el viaje sin retorno, sin habernos despedido de nuestros seres queridos. Hoy tengo la oportunidad de hacerlo, porque el mañana es hoy y el futuro es incierto.
A mis seres queridos quiero pedirles que no lloren en mi tumba ya que no escuchare, eviten las flores pues ya no las podre recibir, me siento satisfecho con el amor que me dieron en vida, eso lo llevo en mi corazón. Se que sufrirán, lloraran a solas y después se resignarán cuando ya no me vuelvan a ver.
Recuerden siempre que lloramos y nos reímos, luchamos en la enfermedad y la salud, nos debilitamos y nos fortalecimos, nos resbalamos y nos levantamos, cometimos errores y los corregimos, estuvimos juntos en los momentos difíciles, malos y buenos, y eso es lo único que deseo que recuerden con un sentimiento de alegría porque, aunque mi cuerpo dejo de existir estaré con ustedes con mi alma y espíritu que nunca morirá.
No renieguen a Dios por mi muerte, pues él siempre nos mantuvo juntos en familia hasta el fin. Las cosas y etapas mas bonitas de la vida las disfrute antes de partir.
No he muerto, solo me fui antes y no quiero que me recuerden como aquel que no tiene esperanzas, aunque mi cuerpo no esté, mi presencia se hará sentir, seré una página bonita de su historia. Perdón a todos, pero tuve que partir. Ahora estoy en un lugar lleno de luz, de paz y armonía, ¿Cómo están? ¿Cómo va todo? Busque la manera de llegar a ustedes, me encuentro bien, ya no hay dolor, ni sufrimiento, soy un ser de luz libre, aunque desde acá les extraño, mi corazón sigue estando con ustedes.
Quiero darles las gracias por lo que hicieron con mi vida y en mi vida. No sé lo que les depare la vida, quisiera que no sufrieran por mi partida, pero, recuerden que siempre tuve fe y ame a Dios, quien hoy me cobijo en sus brazos y se encuentra a mi lado. Agradezco su amor, su cariño, paciencia y comprensión para conmigo. Se que tal vez no fui el mejor padre, hijo, esposo y amigo pero trate de ser lo mejor en sus vidas.
Algún día entenderán cuanto les ame. No se sientan tristes, enojados o impotentes por mi partida, pues, de la misma manera como les acompañe en sus vidas, les ruego me acompañen a transitar lamentablemente mi camino sin regreso, pero con la esperanza de volverles a ver. Ayuden, apoyen y ámense mientras vivan, y llegado el momento volverán a estar junto a mí.
Porque de las cosas maravillosas de esta vida fue el haber compartido y amado a mi familia, el haber tenido unos padres cariñosos y unos hermanos que siempre estuvieron ahí, es decir, una familia que nunca olvidaré.
La vida continua y sus vidas tienen que evolucionar, tendrán que dejar huella en su andar. Quiero que sepan, que me siento orgulloso de ustedes, me siento honrado de haber sido parte de su familia; es de las mejores cosas que me ocurrieron en la vida. No sé cuándo será la próxima vez que podamos volver a hablar, que podamos vernos.
Acuérdense de los buenos momentos y solo les pido que nunca me olviden en mi estadía con Dios en la gloria. Cuidare de ustedes desde acá. Y nunca olviden que les amo mucho y que siempre lo haré. Los adoro y no hay nada ni nadie en el mundo que pueda cambiar eso. Estaré siempre disponible para ustedes, para guiarles, apoyarles o ayudarles, para todo lo que necesiten. Gracias por haber estado en mi vida y seguir presente cada día en mis pensamientos. Yo no he muerto. Moriré el día que me olviden.
______Autor Gilber
No hay comentarios:
Publicar un comentario