REFLEXIONES SOBRE LA GORDURA
ORGULLO DE SER GORDITAS!!
Vivir siendo gorda en este espacio tiempo, en esta cultura, con todo lo que ésta implica, es un riesgo, un peligro mental y de autoestima, prácticamente es sinónimo de ser criticada, juzgada, incluso, a veces, humillada o tratada mal, y lo peor es que es una idea generalizada que algo tan inocente como ser gorda se torne un tema escabroso, la gente alrededor se comporta como si les ofendiera, y es motivo como para crean que pueden humillar a quienes son gordas.
Por cierto emplee la palabra “inocente” al referirme a la gordura, porque ser gordo no es un delito, no le haces daño a terceros, si eres gorda no quiere decir robar, mutilar, matar, violar, golpear, asesinar, o cualquier otra cosa terrible que le puedes hacer a tora persona, por mucho, ser gorda le puede llegar a hacer daño a la persona que es gorda, debido a las enfermedades que están relacionadas con esta característica, lo podríamos comparar con hábitos como fumar, trabajar demasiado, los deportes de riesgo, etc.
Pero por alguna razón ser gorda está mal visto, se está convirtiendo en un prejuicio y una forma de discriminar a otras personas, de odiarlas. Y como en todo odio, las personas discriminadas a veces acaban por creer que es cierto, que son menos, que son malas, que debieran ser diferentes a lo que son.
Por ejemplo musulmanes contra judíos, unos se desprecian a otros pero ninguno de ellos cree ser menos que el otro, por eso se destrozan, es una pelea de igual a igual, pero por otro lado, tenemos a la negrita Cucurumbé, que se fue a bañar al mar para ver si las blancas olas la podían blanquear, en ese caso hablamos de una persona que sin ser más o menos, que otra de otro color, cree que algo está mal en ella, e intenta en vano cambiarse a sí misma.
Este, el caso de Cucurumbé es el caso de nosotras las gordas, y debemos cambiarlo, para poder enfrentar el problema de igual a igual. Por eso planteo en este escribo algunos puntos que debemos cambiar en nuestro interior para lograrlo, y sobrevivir en la guerra en la que ser gorda se ha convertido.
1. ORGULLO DE UN CUERPO GORDO
Si, debemos sentirnos orgullosas de tener un cuerpo gordo, ver la belleza en este cuerpo que tenemos, que funciona, que nos contiene, este es el principal secreto.
Se dice fácil pero años de educación contraria puede hacer mella en nosotras, y para algunas será imposible hacer este cambio de conceptos, pero si quieres ser feliz y sobrevivir siendo gorda, es necesario, es crucial, estar orgullosa de ti, de tu cuerpo.
Llegar a esta conclusión tiene varias vías, pero yo todavía recuerdo el día en que la descubrí, estaba buscando vestidos para una prima que era gorda, casi como yo, y buscando modelos que pudieran ser viables para alguien con su estilo de cuerpo, me encentre a hermosas modelos en preciosos vestidos de noche, riéndose, mostrando escotes y vuelos de faldas, se veían tan contentas, tan orgullosas que mi concepto sobre mi cuerpo cambió.
Con los ojos atónitos, la boca abierta y la sorpresa de ver mi cuerpo en esas mujeres, mire absorta todas las fotos, me impactó mucho verlas y descubrí la belleza de mi cuerpo en los cuerpos de ellas, los senos grandes y redondos, caderas amplias, abdómenes redondos, cachetes rollizos y brazos rellenos, con sonrisas y vueltas, con cabellos peinados y ojos sugerentes, con estas imágenes descubrí que soy hermosa.
¿Pero donde estuvieron estas modelos toda mi vida? Tuve que avocarme a la tarea de buscarlas para encontrarlas, no las vez en los anuncios de la calle, o las pasarelas, en las revistas y menos en la televisión, están segregadas y escondidas y yo no estoy de acuerdo, porque solo bastó que yo las viera para que el concepto de mi cuerpo y de mi misma cambiara así como mi ánimo e incluso mi forma de vestir.
La idea principal es desafiar los paradigmas de belleza que nos han hecho creer que son “los buenos”, hace poco me decía alguien (mi mamá); vi a una mujer en el transporte colectivo que estaba horrible, con un abdomen, enorme, antes me hubiera sentido terrible, yo tengo un abdomen enorme y soy fea y merezco lo pero, pero mi respuesta fue:
MAMÁ, ESA ES LA BELLEZA REAL, LA DE LA TELEVISIÓN ES FICCIÓN, TIENES QUE DIFERENCIAR LO QUE ES REAL DE LO QUE NO LO ES.
Quiero que notes que le di la vuelta a la tortilla, ella directa o indirectamente me decía que yo tengo un problema y merezco menos por ser gorda y por ende fea, y yo le dije que vive en la fantasía y que debe aprender a vivir en el mundo real.
Ese es el interruptor que debemos cambiar, si seguimos teniendo la actitud de Cucurumbé, seguiremos sufriendo en silencio y tomando baños de espuma inútiles, si dejamos esa actitud, gozaremos de nuestra belleza y desafiaremos al mundo.
Yo tomaría lecciones del movimiento LGBT (lésbico gay bisexual transexual, transgenero, travesti) no importa lo que digas nosotras estamos orgullosas de ser quienes somos, y es con esta actitud, desde el orgullo, que se logran derechos, reconocimiento y no crece la discriminación, el odio, la desinformación, el miedo.
2.LOS VALORES QUE DIFUNDEN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOBRE LA GORDURA
En general los medios de comunicación difunden un estereotipo de belleza único, y éste ha cambado con el paso del tiempo, basta con que nos fijemos que hace unos años 40 o 50 años, las mujeres hermosas, las que se presentaban en las revistas, las pantallas, periódicos etc. Eran de mayor talla que las actuales mujeres “bellas”.
Ejemplo es Marylin Monroe sus medidas rondaban en los 89-56-89 lejos del actual 80 90 60, llegó a alcanzar los 64 kilos de peso y cuando murió, rondaba los 52 kilos, contando con 1,64 de altura. Esta Maryilin sin duda está más cerca de mi belleza gorda que cualquier modelo que pasarela de la actualidad.
Lo que sorprende es que no nos paremos a revisar estos cambios radicales sobre lo que significa ser bella, solo los aceptamos sin cuestionar y en sima nos lo creemos.
Además el estereotipo de mujeres bellas ha cambiado e incluso tiene medidas y todo, pero que pasa con el estéreo tipo de hombres, no existe el concurso de belleza masculina que les imponga a los hombres medir mínimo 1,80, tener 60 de cintura, 90 de espalda y 70 de pectorales, por decir alguna cifra arbitraria, si lo preguntamos habrá confusión y a alguien se le ocurrirá algo pero un consenso solo con las mujeres
Pero eso si veamos el siguiente “chiste: las medidas de un hombre son 80 2 80 ¿por qué? 80 años, 2 infartos y 80 millones de pesos, la exigencia para los hombres es otra y es obvia, tiene que ver con el dinero y no con su cuerpo, pero las mujeres pueden no tener nada de dinero pero DEBEN tener el cuerpo que la sociedad ordena y que los medios de comunicación se preocupan por difundir.
La cuestión es que es el cuerpo de las mujeres el que está bajo escrutinio, bajo la lupa y pareciera propiedad pública, o un problema social, raptado por el escrutinio, la crítica, el juicio, de los ojos de la sociedad, no nos pertenece nuestro cuerpo es de los otros a quienes les han enseñado a ver, juzgar, criticar, revisar, calificar nuestro cuerpo.
No será hasta que nos apropiemos de nuestro cuerpo y digamos no es público que esto parará, no será hasta que cuestionemos las reglas de belleza imperante que esto parará, esta violencia masiva que son las imágenes estereotípicas de belleza, es lo que debemos contrarrestar, y buscar la manera de inundar los medios de comunicación con otras imágenes, otros paradigmas y nuevas formas de ver y tratar a nuestro cuerpo.
Desde ahí rescato el internet, es el único medio de comunicación que me dio acceso a diferentes formas de ver mi cuerpo, desde estas modelos, en trajes de noche y minifaldas con vuelo, hasta las mujeres activistas en contra de la fobia a la gordura o las paginas de gorditas sexys, mi intención es instar a quien lee esto ha inundar la red de nuestros propios contenidos, como este artículo que habla de cuestionar, identificarte, dejar de Cucurumbés para ser orgullosas de nosotras y nuestro cuerpo, sin resignación, con re significación.
Nadie lo hará por nosotras, tomemos los medios de comunicación y digamos este es le nuevo estereotipo de belleza, este y no otro, mi cuerpo y a quien no le guste que se aguante.
3.¿A QUIEN LE DEBE GUSTAR MI CUERPO?
De entrada lo primero que se nos ocurre es que a quien le debe gustar mi cuerpo es a los demás, nos da por ensoñar como lo mejor de la vida los ojos de admiración, las sonrisas de aceptación, las actitudes de deseo, incluso de envida, sobre nuestro cuerpo, nos encanta la idea y es lo que nos venden los anuncios de televisión, muchas veces al contrastar la foto con la imagen de nuestro cuerpo, la vergüenza de que nuestro esquema corporal no sea el que todo México espera, hace que nos escondemos con ropa, sin salir etc.
El segundo impulso es decir que a quien le debe gustar mi cuerpo es a mi, si a mi y solo a mi, pero tenemos un problema con esta idea, yo fui criada en esta sociedad capitalista, en la que el cuerpo de las mujeres está en venta y es obligatorio ser bella para tener alguna valía, así que muy probablemente también pienso y es lo que me mete el pie con esta idea de que mi cuerpo me debe gustar a mi.
Pero si me he dado a la tarea de cuestionar estos parámetros de belleza, de juicio y rapto del cuerpo de las mujeres, tal vez pueda rebelarme ante estas ideas pero siempre queda una voz que sigue diciendo el cuerpo de ella, la de la foto es mejor, por ello te propongo otra alternativa.
Mi cuerpo le tiene que gustar a quien le tiene que gustar, a mi pareja, a mi novio, a mi novia, a mis pretendientes y a aquellas personas que les gusta mi cuerpo, me puede no gustar, le puede no gustar a mi vecina, pero si le gusta a mi pareja, es más que suficiente, y es este deseo del que nos debemos fiar, darles un voto de confianza y creer en ellos, en ellas que nos dicen que nuestro cuerpo es hermoso porque es con nosotras que ejercen el pacto del tacto de los amantes.
Si dejas que por un lado sea el orgullo de tu cuerpo y el cuestionamiento de las reglas intransigentes de la belleza y por el otro se escuche la voz de quienes te desean y ven lo maravilloso y deseable de tu cuerpo, muy probablemente saldrás airosa, feliz y libre por las calles vistiendo lo que te venga en gana y cambiando el mundo para que se acople a ti y no tu al mundo.
O como dijo otra bloggera: que a ti te interesa saber es si le gusta acostarse con tu cuerpo. Olvídate de si mira a las flacas por la calle o en las pelis o en las revistas, tú también las miras y no necesariamente deseas acostarte con ellas. Lo que te interesa es saber con qué cuerpo prefiere interactuar sexualmente. Dile "oye, ¿tú crees que debería hacer régimen? Me refiero a si preferirías acostarte conmigo si tuviera menos tetas y menos barriga o te da igual o quieres que me engorde?".
Y, si te dice que prefiere que pierdas peso, no te preocupes. A mí todos me dicen que tengo que engordar y no me importa. Porque sé que el cuerpo es lo de menos, que la forma no determina casi nada. Es la manera de moverlo, el ritmo, las palabras, las miradas, los gestos, la imaginación... porque lo realmente importante siempre es invisible a los ojos.
4.NO PIERDAS EL TIEMPO SIEMPRE PUEDEN LLEGAR TIEMPOS PEORES, VIVE Y DISFRUTA TU CUERPO COMO ES AHORA.
En este punto no vale decir mucho más, solo quisiera decirte que juzgamos duramente a nuestro cuerpo nuestro cuerpo porque es chaparro o demasiado alto, porque no tiene chamorros o tiene demasiados, porque los senos son muy grandes o pequeños, pero nof alta la otra parte, en la que nos detenemos a disfrutar de nuestro cuerpo tal y como está.
T con la frase disfrutarlo tal y como está no me refiero a la estética únicamente, me refiero a lo que nos permite hacer y disfrutar, por lo general nos permite caminar, correr, saltar, bailar, nadar, etc. Independientemente de lo gordo que sea, nos permite sentir, oler, degustar, sin importar lo gordo que sea, conforme pasa el tiempo este cuerpo flaco o gordo, hermoso o feo, empezara a decaer, por un accidente o la vejez simplemente, y entonces nos permitirá hacer menos, pero aun así me parece una perdida de tiempo seguir juzgándolo y diciendo cosas terribles de él porque un día no nos llevará a ningún lado y ya no importará que sea gordo o flaco.
Tal vez me pongo melodramática, solo quiero decir que te juro que siempre se puede estar peor, y es mejor disfrutar y dar gracias de lo que tenemos y nuestro cuerpo nos deja vivir y disfrutar ahora, dejando e ver lo que no nos da, si en pocas palabras ver el vaso medio lleno.
Teniendo en cuenta las enfermedad, el desgaste y el azar
Si has leído hasta aquí, tal vez lo que escribí te pareció interesante, útil, de beneficio para ti o alguien que conoces.
Si es así, ayúdame a seguir escribiendo, te pido que le des difusión al artículo, me recomiendes como terapeuta o vengas a terapia, le des a me gusta, hazme una propuesta de colaboración, o trabajo remunerado.
Gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario