5 huellas emocionales que marcan tu vida.

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Todos tenemos huellas emocionales que marcan nuestra vida. Es por eso que tendemos a reaccionar de la misma forma. Te has preguntado por qué tus relaciones con tu familia o pareja siempre terminan igual, por qué te sientes menos o por qué  a crees que sólo tú tienes la razón.

En entrevista para Salud180.com, Diana C. Martínez, experta en thetahealing y biodescodificación explica que todos los seres humanos tenemos 5 huellas emocionales que marcan nuestra personalidad, pero una es la raíz de todo y las demás las puedes tener en menor medida.

Lo importante es identificar cuál es la huella emocional madre y la secundaria; sobre ellas se puede trabajar a fondo y lo más importante es que la gente esté abierta al cambio y sea sincera consigo misma para poder evolucionar”.

¡Conócelas!

1. Rechazo.

Progenitor a trabajar. Del mismo sexo, es decir si eres mujer el rechazo fue marcado por tu madre durante el primer y séptimo año de vida.

Características. Personas muy delgadas, se le marcan los huesos y suelen pasar desapercibidos, precisamente porque ellos inconscientemente no quieren existir.

Generalmente sienten  culpa y su palabra es: No merezco….tienen una autoestima baja y creen que no alcanzarán sus sueños. Se enferman generalmente de la piel o de las vías respiratorias.  Sanan esta herida al identificarla, hablarlo y con la autoafirmación”.

2. Humillación.

Esta huella emocional se marca en los primeros 7 años de vida. Generalmente tienen una madre controladora, sobreprotectora y muy al pendiente del qué dirán.

Las personas con esta huella tienen problema con la madre, con su  sexualidad y les cuesta mucho trabajo ser libres”.

Tienen la necesidad de resolver todo, los problemas de la familia, amigos, hijos, etc, mientras que ella o él quedan en segundo plano: “Suelen ser personas con sobrepeso y/o obesidad por toda la carga emocional que llevan".

Esta herida emocional se sana cuando ellos se ponen en primer lugar y dejan a los demás hacer su propia vida.

3. Traición

Este tipo de huella emocional se vincula al padre. La persona pierde la confianza en el entorno y empieza a tener el control.

Suelen ser personas en donde la figura paterna se perdió, quizás fue un padre ausente (emocional y/o físicamente) o te diste cuenta que le fue infiel a tu mamá; hubo una decepción muy fuerte”.

Quienes tienen esta huella desconfían mucho, no saben establecer relaciones de  pareja duraderas, son intolerantes y descalifican mucho las capacidades de los demás; creen que ellos son los mejores en todo. Enfermedad Común: Las “ITIS”,  gastritis, colitis, etc

Las mujeres suelen tener la cadera ancha, mientras que en los hombres se caracteriza por espalda ancha”.

Sanan esta herida emocional al sanar su relación con su padre; necesitan restaurar la confianza y a no manipular.

4. Injusticia

Progenitor a trabajar: Mismo Sexo. Son personas rígidas, es decir todo es blanco o negro. La pelea con el mundo es muy fuerte.

Suelen ser activistas, veganos, etc. Quienes tienen esta herida emocional, deben saber que su madre también la tiene. Son personas ordenadas, compulsivas, autoexigentes y perfeccionista”.

Generalmente tienen problemas musculares, vista deficiente y padecimientos como colitis, gastritis, otitis, etc.

La forma en cómo sanan es que se den la oportunidad de ser más flexibles, aceptarse, a dejar su lado emocional a flote, a ser más libres y expresar sus verdaderos sentimientos”.

5. Abandono

Progenitor a trabajar: El del sexo opuesto. Son personas que dependen mucho emocionalmente de otras personas. Caen en el papel de víctima y no saben poner límites.

Hacen un drama por todo; le temen a la autoridad y suelen ser personas delgadas, pero con mucha flacidez y tendencia a la celulitis. La forma en cómo sanan esta huella emocional es con disciplina y estructura. Creer en sí mismas y tomar sus propias decisiones (asumir las consecuencias y salir adelante”.

Reconocer tu huella emocional de raíz y secundaria es clave para “cacharte” y crear un mejor presente; no caer en victimismo, toma el aprendizaje que tienes y no culpes a nadie. Sólo de ti depende evolucionar, perdonar y liberarte de las ataduras emocionales.