Se solicita amante que no haga preguntas,
porque nunca habrá respuestas;
que cuando esté conmigo sea solo mío,
y que cuando no ni siquiera piense en mí,
ni siquiera me recuerde pero que me extrañe.
Que sea de pocas palabras,
pero me hable con la mirada,
y con las manos,
y con la carne,
y con la respiración,
y las letras.
Se solicita amante que no me busque a diario,
porque la cotidianidad mata la magia,
porque la monotonía envenena las ansias.
Que me busque cuando sepa que lo necesito,
que se vaya a la mierda cuando sea necesario,
porque debemos de tener esa conexión,
ese idioma que solo los amantes tienen.
Se solicita amante a deshoras,
con barba tupida y manos bellas,
cejas que aparenten estar enojado,
y ojos soñadores, brillosos y risueños,
porque es lo último que veré antes del orgasmo
Quiero un amante que no siga un protocolo,
que sea tan impredecible como imperfecto,
que no tenga un patrón para tener sexo,
porque no siempre querré iniciar con besos,
a veces querré ser penetrada de golpe,
o ser tratada con odio y violencia;
a veces querré que me deje huellas,
marcas de que él ha estado ahí,
y a veces querré ser muñeca de porcelana,
deseando que me toque con tacto y sutileza,
que me bese como si nunca había besado,
y me mire como si estuviera enamorado;
pero este amante debe ser especial,
no debe de esperar a que le pida lo que quiero,
él sabrá cuando y como y donde,
por el lazo que el alma delata
pero las palabras esconden.
Se solicita amante que
huela a madera fresca,
y a vino añejo,
que tenga el cabello despeinado
y el aliento tibio,
el aliento muy tibio.
Que tenga la piel caliente
pero la nariz y los pies fríos.
Se solicita amante con cerebro de infarto,
con la habilidad de con un
beso mojarme las bragas.
Quiero un amante de tiempo indefinido,
porque tal vez lo quiera solo un día,
porque tal vez lo quiera toda la vida conmigo.
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