A menudo, la ansiedad se alimenta de lo desconocido. Nos despertamos pensando en los "y si..." catastróficos: ¿Y si no lo logro? ¿Y si esto sale mal? ¿Y si esta puerta cerrada es el final? Pero hay una pregunta mucho más poderosa que puede cambiar tu perspectiva hoy:
¿Y si supieras lo que Dios está preparando para ti?
Si tuvieras la capacidad de ver el futuro, aunque fuera solo por un segundo, y pudieras vislumbrar la magnitud de lo que se está gestando a tu favor, esa ansiedad que hoy te oprime el pecho se desvanecería al instante. Dejarías de vivir con miedo y empezarías a vivir con expectativa.
El Misterio de las Puertas Cerradas
Hoy tal vez te cuesta entender el rechazo, la pérdida o el cambio de planes. Es natural sentir frustración cuando el camino se vuelve pesado y el horizonte se nubla. Sin embargo, lo que percibimos como un "final" o un "fracaso", en las manos de Dios es simplemente redirección.
Lo que no ves ahora es que, mientras tú lloras por una puerta que se cerró, Dios está construyendo un portón inmenso en otra dirección. Él está moviendo piezas en el tablero de tu vida que ni siquiera sabías que existían. Él está alineando personas, momentos y oportunidades que superan por completo tus sueños más ambiciosos.
La Certeza en la Incertidumbre
La fe no es tener todas las respuestas; la fe es confiar en Quien tiene el control, incluso cuando no entendemos el proceso.
Si pudieras ver el "para qué" de tu dolor actual, confiarías más.
Si pudieras ver la protección detrás de ese "no", te preocuparías menos.
Si pudieras ver la victoria que te espera tras esta batalla, no te rendirías.
Los planes de Dios no son improvisados; son eternos y perfectos. Lo que Él promete, lo cumple. No importa cuán confuso se vea el panorama hoy, la última palabra no la tienen tus circunstancias, la tiene Él.
Un Llamado a la Calma
Así que hoy, respira profundo. Suelta el control que intentas aferrar con tanta fuerza. No te sueltes de Su mano. No te rindas justo antes del amanecer.
Sigue creyendo, porque tu historia no ha terminado. Estás en el capítulo de la preparación, y aunque sea difícil, es necesario para sostener la bendición que viene en camino.
Lo mejor aún está por venir.
"Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis." — Jeremías 29:11

