EL REFLEJO DE TUS ACTOS.



Se dice que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un perrito buscando refugio del sol, logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa.

El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera. Al terminar de subirlas se topó con una puerta semi-abierta; lentamente se adentro en el cuarto. Para su sorpresa, se dio cuenta que dentro de ese cuarto habían 1000 perritos más, observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos.

El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco.
Los 1000 perritos hicieron lo mismo.

Posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se quedó sorprendido al ver que los 1000 perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él.

Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para si mismo:
“¡Qué lugar tan agradable… voy a venir más seguido a visitarlo!”

Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró en el mismo cuarto. Pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros 1000 perritos del cuarto se sintió amenazado ya que lo estaban viendo de una manera agresiva.

Posteriormente empezó a gruñir; acto seguido vio como los 1000 perritos le
gruñían a él. Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros 1000 perritos le ladraron también a él. Cuando este perrito salió del cuarto pensó:

“¡Qué lugar tan horrible es éste… nunca más volveré a entrar allí!”.

En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía: La casa de los 1000 espejos.

Todos los rostros del mundo son espejos. Decide cuál rostro llevarás y ese será el que mostrarás. El reflejo de tus gestos y acciones es lo que proyectas ante los demás.

Presta atención a lo que desde tu interior se manifiesta que será lo que te reflejen.

EL PORTERO DEL PROSTIBULO.



No había en el pueblo peor trabajo que ser portero del prostíbulo. 
¿Pero qué otra cosa podría hacer aquel hombre? 
El hecho es que nunca había aprendido como leer ni escribir, no tenía ninguna otra actividad u ocupación. 

Un día, entró como gerente del burdel un joven lleno de ideas, creativo y emprendedor, que decidió modernizar el lugar.

Hizo cambios y llamó a los empleados para dar las nuevas instrucciones. 
Al portero le dijo:

-A partir de hoy, usted, además de estar en la entrada, va a preparar un informe semanal donde registrará la cantidad de personas que entran y sus comentarios y quejas sobre los servicios. 
–Yo adoraría hacer eso, señor, balbuceó. - Pero no sé leer ni escribir.

- ¡Ah! ¡Cuanto lo siento! Pero si es así, ya no puede seguir trabajando aquí. 
- Pero sr, no puede despedirme, he trabajado en esto mi vida entera, no sé hacer otra cosa.
- Mire, lo entiendo, pero no puedo hacer nada por usted. Le daremos una buena indemnización y espero que encuentre algo que hacer. Lo siento y que tenga suerte.
Dicho esto, se dio la vuelta y se fue. El portero se sentía como si el mundo se le derrumbara. ¿Qué hacer?

Recordó que en el prostíbulo, cuando se rompía alguna silla o una mesa, él las arreglaba, con esmero y cariño.

Pensó que esto podría ser una buena ocupación para conseguir un trabajo.
Pero sólo contaba con algunos clavos oxidados y una pinza mal cuidada. 
Usaría el dinero de la indemnización para comprar una caja completa de herramientas. 
En el pueblo no había casa de herramientas, debería viajar dos días en mula para ir al pueblo más cercano para comprar. Y así lo hizo.

A su regreso, un vecino llamó a su puerta: 
- Vengo a preguntar si tiene un martillo para prestarme. 
- Sí, acabo de comprarlo, pero lo necesito para trabajar, ya que... 
- Bueno, pero yo se lo devolveré mañana muy temprano.
- Si es así, está bien.

A la mañana siguiente, como había prometido, el vecino llamó a la puerta y dijo:
- Mire, yo todavía necesito el martillo. ¿Por qué no me lo vende?
- No, lo necesito para trabajar y además, la ferretería más cercana está a un viaje de dos días, en mula.
- Vamos a hacer un trato - dijo el vecino.
Le pagaré los días de ida y vuelta, más el precio del martillo, ya que está sin trabajo en este momento. ¿Qué piensa?

Realmente, esto le daría trabajo por dos días más. Acepto.
Volvió a montar su mula y viajó.

A su regreso, otro vecino lo esperaba en la puerta de su hogar.
- Hola, vecino. Usted vendió un martillo a nuestro amigo.
Necesito algunas herramientas, estoy dispuesto a pagarle sus días de viaje y una pequeña ganancia mas para que me las compre, porque yo no tengo tiempo para viajar para hacer las compras.
¿Qué piensa?

El ex portero abrió su caja de herramientas y su vecino eligió una pinza, un destornillador, un martillo y un cincel. Pagó y se fue. Y nuestro amigo guardó las palabras que escuchaba: " No tengo tiempo para viajar a hacer las compras”.
Si esto es así, muchos requerirán de él para viajar y traer herramientas.
En el próximo viaje, arriesgó un poco más de dinero, trayendo más herramientas de las que había vendido.

De hecho, podría economizar un poco de tiempo en los viajes.
La noticia comenzó a esparcirse por el pueblo y muchos, queriendo economizar el viaje, hacían encomiendas.

Ahora, como vendedor de herramientas, una vez por semana viajaba y traía
 lo que necesitaban sus clientes.

Con el tiempo, alquiló un galpón para almacenar las herramientas y unos meses más tarde, se compró una vitrina y un escaparate y transformó el galpón en la primera ferretería en el pueblo. Todos estaban contentos y compraban allí.

Ya no viajaba, los fabricantes le enviaban los pedidos. Él era un buen revendedor. Con el tiempo, la gente de los pueblos cercanos preferían comprar en la ferretería, que tener que gastar días en viajes.
Un día se acordó de un amigo suyo que era tornero y herrero y pensó que él podría fabricar las cabezas de los martillos.

Y entonces, por qué no, los destornilladores, los pinzas, los cortadores, etc. ...
Y después estaban los clavos y los tornillos...

En pocos años, se convirtió, con su trabajo, en un fabricante de herramientas rico y próspero.
Un día decidió donar una escuela al pueblo.

En ella, además de la lectura y la escritura, los niños aprendían algún oficio.
En el día de la inauguración de la escuela, el alcalde le entregó las llaves de la ciudad, lo abrazó y le dijo:

- Es con gran orgullo y gratitud que le pedimos que nos conceda el honor de poner su firma en la primera página del libro de actas de esta nueva escuela.

- El honor sería mío, dijo el hombre. Sería una cosa que me daría mucho gusto, firmar ese libro, pero no sé leer ni escribir, soy analfabeta.

- ¿Usted? Dijo incrédulo el alcalde. ¿Construyó un imperio industrial sin saber leer ni escribir? ¡Esto es increíble! Y le preguntó:

- ¿Qué hubiera sido de usted si supiese leer y escribir?

- Eso lo puedo contestar, el hombre dijo con calma: - Si yo supiese leer y escribir... seguiría siendo el PORTERO DEL PROSTÍBULO.

Esta historia es verdadera, y se refiere a un gran industrial llamado ... Valentín Tramontina , fundador de Industrias Tramontina, que hoy cuenta con 10 fábricas, 5.500 empleados, produce 24 millones de unidades varias al mes y exporta bajo su propia marca a más de 120 países - es la única empresa brasileña en esta condición. La ciudad que se menciona es Carlos Barbosa, y está en el interior de Rio Grande do Sul.

Por lo general, las oportunidades son vistas como adversidades.
Las adversidades pueden ser bendiciones.

Las crisis están llenas de oportunidades.

Recuerde la sabiduría del agua: " El agua nunca discute con sus obstáculos, sino que los rodea”.
Que su vida sea llena de victorias, no importa si son grandes o pequeñas, lo importante es celebrar cada una de ellas.

EL PERDÓN DE BUDA.



Buda tenía un primo perverso, se llamaba Devadatta, siempre estaba celoso y se empeñaba en desacreditarlo.

Un día, mientras Buda paseaba tranquilamente, Devadatta arrojó a su paso una pesada roca con la intención de acabar con su vida. 

Sin embargo, la roca cayó al lado de Buda y no le hizo daño.

Buda se dio cuenta de lo sucedido pero permaneció impasible, sin perder la sonrisa. 

Días después, volvió a cruzarse con Devadatta y lo saludó afectuosamente. 

Muy sorprendido, este le preguntó:

- ¿No estás enfadado?

- No, claro que no.

Sin salir de su asombro, Devadatta le preguntó el por qué.

Buda le dijo:

- Porque ni tú eres ya el que arrojó la roca, ni yo soy ya el que estaba allí cuando fue arrojada.

Para el que sabe ver, todo es transitorio; para el que sabe amar, todo es perdonable. 

No es sano ni inteligente quedarse atados al odio y el rencor porque estos sentimientos solo nos hacen daño. 

Es importante ser conscientes de que la vida está en continuo cambio y que es necesario liberar y sanar las malas experiencias del pasado. A través del perdón logramos liberar y continuar adelante.
OPINIÓN Y SUGERENCIAS

EL PERDÓN.



El perdón es una expresión de amor.

El perdón nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el cuerpo.

No significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que lo apruebes.

Perdonar no significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó.

Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo.

El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó.

La falta de perdón te ata a las personas desde el resentimiento.

Te tiene encadenado.

La falta de perdón es el veneno más destructivo para el espíritu ya que neutraliza los recursos emocionales que tienes.

El perdón es una declaración que puedes y debes renovar a diario.

Muchas veces la persona más importante a la que tienes que perdonar es a ti mismo por todas las cosas que no fueron de la manera que pensabas.

“La declaración del Perdón es la clave para liberarte”.

¿Con qué personas estás resentido?

¿A quién no puedes perdonar?

¿Tú eres infalible y por eso no puedes perdonar los errores ajenos?

El Perdón es de almas grandes!!!

EL MUNDO PERTENECE A QUIEN SE ATREVE.



Hoy queremos regalarte este precioso mensaje que te llegará al corazón. Un mensaje inspirador para continuar luchando en el camino de la vida: atrévete a atreverte.



¡VIVE!

Ya perdoné errores casi imperdonables.

Trate de sustituir personas insustituibles,

de olvidar personas inolvidables.

Ya hice cosas por impulso.

Ya me decepcioné con algunas personas,

más también yo decepcioné a alguien.

Ya abracé para proteger.

Ya me reí cuando no podía.

Ya hice amigos eternos.

Ya amé y fui amado pero también fui rechazado.

Ya fui amado y no supe amar.

Ya grité y salté de felicidad.

Ya viví de amor e hice juramentos eternos,

pero también los he roto y muchos.

Ya lloré escuchando música y viendo fotos.

Ya llamé sólo para escuchar una voz.

Ya me enamoré por una sonrisa.

Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y…

Tuve miedo de perder a alguien especial

y terminé perdiéndolo

¡pero sobreviví!

¡y todavía vivo!

No paso por la vida

y tú tampoco deberías sólo pasar… ¡Vive!

Bueno es ir a la lucha con determinación

abrazar la vida y vivir con pasión.

Perder con clase y vencer con osadía,

porque el mundo pertenece a quien se atreve

y la vida es mucho más para ser insignificante.”

Charles Chaplin

EL MEJOR DÍA DE TU VIDA...



No te detengas en lo malo que has hecho; camina hacia lo bueno que puedes hacer.

No te culpes por lo que hiciste, decide no repetirlo.

No te mires con tus ojos, contémplate con la mirada de quien ama.

No pienses en lo largo que es el camino de tu transformación, sino que en cada paso que des estarás más cerca de ser lo que quieres ser.

No trates que otros cambien; comienza por tu propia vida.

Deja que el amor te inunde y no te defiendas de él.

Sólo contempla la meta y no veas lo difícil que es alcanzarla.

Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo.

No sufras hoy por lo que viene, recuerda que «cada día tiene su propia finalidad»

Busca alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad; una persona que te entienda, te apoye y te acompañe.

Ante cualquier provocación, trata de responder en lugar de reaccionar.

Si tu felicidad y tu vida dependen de alguien que no seas tú, estás apoyando la escalera en la pared equivocada.

Aprende a mirarte con amor y respeto.

EL LOCO...



En un pueblo rodeado de cerros habitaba un loco, la gente del pueblo le llamaba así: "EL LOCO", ¿y porqué le llamaban así?, ¿Qué acaso hacía cosas disparatadas, cosas raras, cosas diferentes a lo que hacen la mayoría de las personas, al menos en ese pueblo?.

La gente al verlo pasar se reía y se burlaba de él, humildemente vestido, sin posesiones, sin una casa que se dijera de su propiedad, sin una esposa ni unos hijos; *un desdichado*, pensaba la gente, alguien que no beneficiaba a la sociedad, **un inútil** comentaban otros.

Más he aquí que este viejo ocupaba su vida sembrando árboles en todas partes donde pudiera, sembraba semillas de las cuales nunca vería ni las flores ni el fruto, y nadie le pagaba por ello y nadie se lo agradecía, nadie lo alentaba, por el contrario, era objeto de burla ante los demás.

Y así pasaba su vida, poniendo semillas, plantando arbolitos ante la burla de los demás. Y he aquí que ese ser era un gran Espíritu de Luz, que poniendo la muestra de como se deben hacer las cosas, sembrando, siempre sembrando sin esperar a ver el fruto, sin esperar a saborearlo.

Y sucedió que un día cabalgaba por esos rumbos el Sultán de aquellos lugares, rodeado de su escolta y observaba lo que sucedía verdaderamente en su reino, para no escucharlo a través de la boca de sus ministros.

Al pasar por aquel lugar y al encontrarse al Loco le preguntó: _ ¿Qué haces, buen hombre?
Y el viejo le respondió: _ Sembrando Señor, sembrando.

Nuevamente inquirió el Sultán: _ Pero, ¿cómo es que siembras?. estás viejo y cansado, y seguramente no verás siquiera el árbol cuando crezca. ¿Para qué siembras entonces?
A lo que el viejo contesto: _ Señor, otros sembraron y he comido, es tiempo de que yo siembre para que otros coman.

El Sultán quedo admirado de la sabiduría de aquel hombre al que llamaban LOCO, y nuevamente le preguntó:
_ Pero no verás los frutos, y aun sabiendo eso continuas sembrando... Por ello te regalaré una monedas de oro, por esa gran lección que me has dado.

El Sultán llamo a uno de sus guardias para que trajese una pequeña bolsa 
con monedas de oro y las entregó al sembrador.

El sembrador respondió : _Ves, Señor, como ya mi semilla ha dado fruto, aún no 
la acaba de sembrar y ya me está dando frutos, y aun más, si alguna persona se volviera loca como yo y se dedicara solamente a sembrar sin esperar los frutos sería el más maravilloso de todos los frutos que yo hubiera obtenido, porque siempre esperamos algo a cambio de lo que hacemos, porque siempre queremos que se nos devuelva igual que lo que hacemos. Esto, desde luego, sólo cuando consideramos que hacemos bien, y olvidándonos de lo malo que hacemos.

Cuando no te puedo ver te abrazo, con mi alma ahí te va!!

Para abrir nuevos caminos, hay que inventar; experimentar; crecer,
 correr riesgos, romper las reglas, equivocarse... Y divertirse.
Las personas exitosas desarrollan diariamente hábitos 
positivos que les ayudan a crecer y a aprender.



EL LADRÓN DE SUEÑOS.



Érase una vez el hijo de un entrenador de caballos que era muy pobre. Su padre disfrutaba de su trabajo, pero escasamente ganaba el dinero suficiente para mantener a su familia.

Un día en la escuela, al niño le asignaron una tarea:
REDACTAR o escribir un ensayo sobre lo que le gustaría ser cuando creciera.

Esa noche, muy emocionado, escribió un ensayo de siete páginas, describiendo su sueño, el de algún dia ser dueño de unas caballerizas para ciar sus propios caballos.

Todo lo escribía con gran cuidado y atención. Inclusive dibujó los planos de la tierra y la casa que soñaba tener; le puso todo su corazón a este proyecto. Al día siguiente se lo entregó a su profesor y dos días después, éste se lo devolvió.

Lo había calificado con la nota más baja. El profesor había escrito una nora en la parte superior del ensayo en letras grandes y rojas:
- "Ven a verme después de clase".

Cuando sonó la campana, el niño se quedó esperando y le preguntó al profesor: 
- "¿Por qué me puso una nota tan baja?"

El profesor respondió:
- "Tu ensayo describe un futuro muy irreal para un niño como tú que no tiene dinero y su familia es muy pobre. ¡No tienes ni siquiera suficiente dinero para comprar tu propio establo! Tendrás que comprar tierra, necesitarías un capital de base, sin mencionar los costos de mantenimiento. ¿No hay forma de que pudieras lograr eso!" - Y agregó, 

- "Si tú vuelves a escribir el ensayo con un objetivo más realista yo reconsideraré tu calificación."

El niño se fue a casa y pensó por largo tiempo. Inclusive le preguntó a su padre qué debería hacer. Su padre respondió:

- "Mira hijo, tienes que decidir eso por ti mismo. Es una decisión muy importante y yo no la puedo tomar por ti."

Finalmente, después de una semana de reconsiderarlo profundamente, el niño entregó el mismo ensayo, sin ningún cambio y le dijo a su profesor:

- "¡Usted puede mantener su calificación; yo voy a mantener su sueño!"

¿Tu sueño lo has redactado poniendo todo tu corazón? ¿Y tú mantienes tu sueño? ¿Lo estás haciendo realidad?

EL HOMBRE DEL TIEMPO.



Hace un tiempo atrás, conocí a una persona especial. Lo conocí mientras viajaba hacia el centro de la ciudad. El llevaba un traje negro, camisa negra y una corbata negra como si fuese a un velatorio. Estaba sentado justo al lado mío, pero no le preste mucha atención en ese momento. Estaba apurado, se me hacía tarde y miraba el reloj cada dos segundos.

-No mires tanto el reloj, el tiempo es lo que menos importa- me dijo de manera sorpresiva.
-Ojalá el tiempo no fuese importante –dije- no quiero llegar tarde.
-Es razonable tu apuro –me respondió con una sonrisa suave- pero no es importante.
Yo no le contesté. ¿Qué le importa a ese viejo mi vida?
-Pasé sesenta y ocho años compartiendo cosas con mi hermano, ahora ya no lo tengo.
-Lo siento mucho –contesté medio confundido.
-Gracias, no lo dije para incomodarte. Era su hora… ¿Crees en el destino?
-La verdad que no, y tengo razones para creer así. No me gusta vivir sabiendo que mi vida ya está escrita y predestinada.
-Para mi manera de pensar tienes razón. Hace muchos años atrás yo andaba igual de preocupado que tú. Miraba el reloj cada dos segundos, corriendo del trabajo al estudio, del estudio a mi casa y así todos los días. Nunca tenía tiempo para nada. Mi esposa ya estaba perdiendo la paciencia y mi familia se estaba desmoronando.

Un día, tenía que encontrarme con mi hermano en un café. Quedamos encontrarnos a la cinco de la tarde. Yo entre tantas cosas me olvide por unos instantes del compromiso. Cuando me acordé eran las cinco menos diez minutos. Tenía por lo menos media hora de viaje. No tenía como hacerle saber de mi tardanza. Llegué al lugar veinte minutos tarde. A cincuenta metros del café había un cerco de policías, bomberos y ambulancias. El café se había incendiado. Pedí pasar ya que mi hermano estaba en ese café pero no pude. Pregunté que pasó y me contestaron que hubo una fuga de gas y explotaron en la cocina.

Luego de un rato me enteré que mi hermano estaba muerto. En mi cabeza solo rondaban estas ideas, ¡si no hubiese llegado tarde también hubiese muerto!, ¡si nos hubiésemos encontrado en otro lado o en otro día!¡si pudiese volver el tiempo atrás!

Desesperado terminé yendo a la casa de una amiga para que me ayude y aconseje. ¡Su pudiese cambiar las cosas! ¡si pudiese volver el tiempo atrás!, era todo lo que le repetía llorando. Mi amiga me dijo y me ofreció la oportunidad de atrasar el tiempo todo lo que yo quisiese, pero solo tenía una sola oportunidad. 

Sin pensarlo acepté y le pedí volver el tiempo al momento en que arreglaba con mi hermano ir al café. Ella cumplió mi pedido. Me encontré justo en ese momento. En seguida cambié de lugar y fecha con mi hermano para asegurarme bien de que no vuelva a suceder. Al día siguiente el café se incendió, pero mi hermano estaba vivo.

Pasaron un par de días, mi ritmo de vida era acelerado y no disfrutaba de mi familia ni de la gente que me rodeaba, era un obsesivo al trabajo y al estudio. 

Hasta que algo cambió mi vida. Mi hermano era chofer de trenes. Una tarde andaba atrasado de tiempo y aceleró un poco mas de lo máximo permitido la velocidad del tren para llegar a tiempo sabiendo que estaba en una zona urbana y que podía ocasionar un accidente. Pero no le dio importancia. A trescientos metros la vía pasaba por una calle, toca el pito para que sepan que se acerca el tren. En eso ve que hay un vehículo de pasajeros parado justo en medio de la vía. Si él hubiese ido a la velocidad máxima permitida, no hubiera pasado nada. Chocó produciendo más de veinte muertos, el tren se descarriló, provocando que muchos pasajeros del tren salgan heridos y tres de ellos, ancianos ya terminen muertos por el impacto. Nunca más volvió a conducir un tren.

Ya era el momento en el que me tenía que bajar.
-Muy interesante –le comenté- lástima que ya me tengo que bajar en la próxima parada.
-Yo también –me contestó el anciano.
Bajamos juntos. En el momento de despedirme el me dijo:
-Al final por querer salvar la vida de mi hermano, murieron como treinta personas inocentes. Al final por andar siempre sin tiempo, casi pierdo a mi familia. Desde ese momento decidí que el tiempo debe ser usado de manera cuidadosa, y que no sirve andar alterándolo. Las cosas por algo suceden y no se puede volver atrás. Lo que sí se puede hacer es aprovechar el tiempo lo mejor que podamos y aceptar las cosas que nos pasaron. No se puede alterar al tiempo, pero si se puede aprovechar y administrar de la mejor manera posible.
-Bueno, muchas gracias –le contesté dándole la mano al anciano- lo voy a tener en cuenta. Debo irme.
-Gracias muchacho, suerte y no te olvides ¡aprovecha bien cada momento que el tiempo vale oro! Adiós.
-Hasta luego –respondí.
No se quien era, pero me dejó una lección muy importante.
Ahora dependen de ustedes que lecciones aprenden para sus vidas.

EL HADA DE LOS DESEOS.



Kate era un joven muy simpática y  de un corazón bondadoso.  Todo los días recorría la ciudad con su varita en mano en busca de algún niño o niña al cual pudiera hacer feliz.

Katherine, como ya habrás imaginado, no era una joven común y corriente: Kate era una hada, un hada de la felicidad.

Día tras día,  al caer la noche, la joven hada tenia que ir a la reunión de las hadas de la felicidad, en dicha reunión todas sus compañeras contaban aventuras y experiencias respecto a lo que les había ocurrido en el día y a los niños que les habían cumplido deseos.

Nuestra pequeña amiga, se iba todas las noches muy triste, porque nunca podía contarles nada, ya que en nunca había conocido a alguien que la necesitara realmente. Siempre encontraba niños que pedían  dinero o juguetes nuevos y costosos. A pesar de que Kate les cumplía los deseos no dejaba de sentirse triste porque los niños pedían cosas materiales.

Tras mucho pensarlo, Kate encontró una posible solución, y es que nunca había ido a buscar más allá de la ciudad, en la cual la mayoría de los niños tenían todo lo que sus padres les podían comprar y eso los hacia felices, aparentemente.

La mañana siguiente, con una energía renovada gracias a su descubrimiento, decidió que ese día iría al pueblo a probar suerte.  Tras unas horas de vuelo por fin llego al pueblo. No tardó mucho en encontrar a unos pequeños niños que jugaban con el lodo.  Kate se acercó a ellos y le dijo:

–       Hola, me llamo Kate, soy un hada de la felicidad y vengo a concederles un deseo. ¿Cómo se llaman?
–       Yo soy Julia – Respondió la niña
–       Yo me llamo Jerry – Contestó el.
–       Bueno,  ¿ y qué les gustaría que les concediera?

Tras unos minutos de pensarlo y discutirlos los dos dijeron al mismo tiempo:
– Desearíamos que estos pasteles de lodo que estamos haciendo se convirtieran en reales, para darles un poco a todos nuestros amigos.

Kate se sorprendió mucho, ya que por primera vez en su vida había escuchado un deseo sin pretensiones y lleno de bondad, nunca había pensado que algún día escucharía un deseo para nada ambicioso  y con lagrimas de felicidad en los ojos movió su varita y convirtió los pasteles de lodo en ricos pasteles de chocolate.

Ese día varias personas fueron felices, en primer lugar todos los niños que comieron de los deliciosos pasteles y también Kate, quien por fin tuvo algo digno de contar en la reunión de esa noche  y aprendió que los mejores deseos, son aquellos que buscan beneficiar a otros también.

EL ELEFANTE ENCADENADO.


Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de su peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente:
¿Qué lo mantiene entonces?
¿Por qué no huye?
Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapa porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia:
–Si está amaestrado ¿por qué lo encadenan?
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.
Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:
El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.
Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.
Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo.
La estaca era ciertamente muy fuerte para él.
Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía...
Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.
Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no escapa porque cree –pobre– que NO PUEDE.
Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro.
Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...
Vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad... condicionados por el recuerdo de «no puedo»...
Tu única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento todo tu corazón...

EL ECO DE LA VIDA.



Un niño y su padre caminaban entre las montañas. De repente, el hijo tropezó y cayó al suelo gritando Aaahhh!

Para su sorpresa, oyó una voz a lo lejos que gritaba como él.

Con curiosidad el niño preguntó: ¿Quién está ahí?

¿Quién está ahííí…? Le respondieron.

Molesto con la respuesta, el niño gritó: Cobarde. Pero le respondieron de la misma manera: Cobardeee…

El niño desconcertado le preguntó a su padre: ¿Qué sucede papá?

El padre, sonriendo le dijo: Hijo mío, presta atención.

Se levantó y dirigiéndose a la montaña, gritó: Te admiro.

La voz respondió: Te admirooo...

Volvió a gritar: Eres un campeón.

Y la voz le respondió: Eres un campeónnn...

El niño estaba asombrado y no entendía. Se llama Eco, le explicó el padre, aunque en realidad es la vida. Te devuelve todo lo que dices o haces. Nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones.

Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor. Si deseas felicidad, da felicidad a los que te rodean. Si quieres recibir una sonrisa, sonríe a los que conoces.

Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida. La vida te dará de regreso, exactamente aquello que tú le has dado. Tu vida no es una coincidencia, es un reflejo tuyo.

Alguien dijo: Si no te gusta lo que recibes de vuelta, revisa muy bien lo que estás dando...

Aprendí y decidí... Y así después de tanto esperar, un día como cualquier otro decidí triunfar... y decidí no esperar que llegaran las oportunidades, sino salir yo mismo a buscarlas.

Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución, decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis, decidí ver cada noche como un misterio a resolver, decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.

Aquel día descubrí que mi único rival eran mis propias debilidades, y que en ellas mismas está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de tenerle miedo a fallar, o perder y empecé a tenerle miedo a no intentar ganar. Descubrí que yo no era el mejor y que quizá nunca lo fui, me dejó de importar quién ganaba o perdía, ahora lo único que me importa es simplemente saberme mejor que ayer.

Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir. No llegar a una posición, sino mantenerme.
Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, el amor es una manera de vivir.

Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente; aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.

Aquel día decidí cambiar tantas cosas... aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar...ahora duermo para soñar.

Sólo paso a decirles que Mañana ya es Viernes!!


Alguien dijo: Si no te gusta lo que recibes de vuelta, revisa muy bien lo que estás dando...

Aprendí y decidí... Y así después de tanto esperar, un día como cualquier otro decidí triunfar... y decidí no esperar que llegaran las oportunidades, sino salir yo mismo a buscarlas.

Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución, decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis, decidí ver cada noche como un misterio a resolver, decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.

Aquel día descubrí que mi único rival eran mis propias debilidades, y que en ellas mismas está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de tenerle miedo a fallar, o perder y empecé a tenerle miedo a no intentar ganar. Descubrí que yo no era el mejor y que quizá nunca lo fui, me dejó de importar quién ganaba o perdía, ahora lo único que me importa es simplemente saberme mejor que ayer.

Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir. No llegar a una posición, sino mantenerme.
Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, el amor es una manera de vivir.

Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente; aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.

Aquel día decidí cambiar tantas cosas... aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar...ahora duermo para soñar.

EL CARPINTERO.



Un carpintero ya entrado en años estaba listo para retirarse. Le dijo a su Jefe de sus planes de dejar el negocio de la construcción para llevar una vida más placentera con su esposa y disfrutar de su familia.
Él iba a extrañar su cheque mensual, pero necesitaba retirarse.

Ellos superarían esta etapa de alguna manera.
El Jefe sentía ver que su buen empleado dejaba la compañía y le pidió que si podría construir una sola casa más, como un favor personal. El carpintero accedió, pero se veía fácilmente que no estaba poniendo el corazón en su trabajo.

Utilizaba materiales de inferior calidad y el trabajo era deficiente. Era una desafortunada manera de terminar su carrera.

Cuando el carpintero terminó su trabajo y su Jefe fue a inspeccionar la casa, el Jefe le extendió al carpintero, las llaves de la puerta principal.

"Esta es tu casa, dijo, es mi regalo para tí."

Qué tragedia! Qué pena! Si solamente el carpintero hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, la hubiera hecho de manera totalmente diferente. Ahora tendría que vivir en la casa que construyó "no muy bien" que digamos!

Así que está en nosotros. Construimos nuestras vidas de manera distraída, reaccionando cuando deberíamos actuar, dispuestos a poner en ello menos que lo mejor. En puntos importantes, no ponemos lo mejor de nosotros en nuestro trabajo.

Entonces con pena vemos la situación que hemos creado y encontramos que estamos viviendo en la casa que hemos construido. Si lo hubiéramos sabido antes, la habríamos hecho diferente.

Piensen como si fueran el carpintero. Piensen en su casa. Cada día clavamos un clavo, levantamos una pared o edificamos un techo. Construyan con sabiduría. Es la única vida que podrán construir. Inclusive si solo la viven por un día más, ese día merece ser vivido con gracia y dignidad.

La placa en la pared dice: "La Vida Es Un Proyecto de Hágalo Usted Mismo".

Quién podría decirlo más claramente? Su vida ahora, es el resultado de sus actitudes y elecciones del pasado. Su vida mañana será el resultado de sus actitudes y elecciones hechas HOY!

EL REY, EL BUFÓN Y LOS PIES.



Un gran rey se quejaba de que la aspereza del suelo lastimaba sus pies,

de manera que ordenó alfombrar de cuero todo el país

El bufón de la corte moría de risa cuando el rey se lo contó.

¡Es una idea absolutamente absurda, Majestad! exclamó.

¿A qué viene un gasto tan innecesario?

¡Mandad cortar dos trozos de cuero y protegeos con ellos vuestros reales pies!

Así lo hizo el rey y así se inventaron los zapatos.

El que ha alcanzado la iluminación sabe que,

para que no haya dolor en el mundo,

uno ha de cambiar su corazón, no el mundo.

La aventura más maravillosa no es llenar de sueños nuestras vidas.

Si no de hacer de cada momento 

algo tan fuera de lo común que parezca un sueño.

Del mismo modo, cuando queremos protegernos del sufrimiento,

tratamos de cambiar nuestro entorno.

Pero, con esto no hemos logrado satisfacer nuestros deseos.

Por lo tanto, debemos hacer los cambios en nosotros.

EL ARTE DE VIVIR.



La vida es vivir. No es una cosa, es un proceso. No hay otra forma de conocer lo que es la vida más que viviendo, estando vivo, fluyendo, discurriendo con ella. Si buscas el significado de la vida en algún dogma, en una determinada filosofía, en una teología, da por seguro que te perderás lo que es la vida y su significado.
La vida no te está esperando en ninguna parte; te está sucediendo. No se encuentra en el futuro como una meta que has de alcanzar, está aquí y ahora, en este mismo momento, en tu respirar, en la circulación de tu sangre, en el latir de tu corazón. Cualquier cosa que seas, es tu vida y si te pones a buscar significados en otra parte, te la perderás. El hombre ha estado haciendo esto durante siglos.
Los conceptos se han vuelto muy importantes, las explicaciones se han vuelto muy importantes y lo real ha sido olvidado por completo. No vemos lo que de hecho ya está aquí, queremos racionalizaciones.
Si quieres mejorar tu vida, debes correr tu propia carrera. No importa lo que la gente pueda decir de ti. Lo importante es lo que te digas a ti mismo. No te preocupes de las opiniones ajenas siempre y cuando sepas que estás haciendo lo correcto. Puedes hacer lo que gustes mientras a tu conciencia y a tu corazón les parezca justo.

La vida, para mí, no es una vela que se apaga. Es más bien una espléndida antorcha que sostengo en mis manos durante un momento, y quiero que arda con la máxima claridad posible antes de entregarla a futuras generaciones (Bernard Shaw) 

EL ÁRBOL DE LOS PROBLEMAS.



El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar mi vieja granja, acababa de finalizar su primer día de trabajo muy duro. Su cortadora eléctrica se había dañado y le había hecho perder una hora de su trabajo y ahora su antiguo camión se negaba a arrancar.

Mientras lo llevaba a su casa, permaneció en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia.

Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos.

Al entrar en su casa, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara sonreía plenamente. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa. Posteriormente me acompañó hasta el auto. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo visto cuando entramos. "ese es mi árbol de los problemas", contestó. "Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero hay algo que es seguro: los problemas no pertenecen a mi casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego. Luego a la mañana los recojo otra vez, Lo divertido es...-dijo sonriendo- que cuando salgo a la mañana a recogerlos, ni remotamente encuentro tantos como los que recuerdo haber dejado la noche anterior".

EL ÁRBOL CONFUNDIDO.

Y cerrando los ojos y los oídos abrió, el corazón y por fin pudo escuchar,
en lo más profundo de su ser...

Había una vez, en algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos.

Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste.
El pobre tenía un problema: “No sabía quién era.”

Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano, si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas.
“¿Ves que fácil es?”

No lo escuches, exigía el rosal. Es más sencillo tener rosas y “¿Ves que bellas son?”

Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.

Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó: No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución:

“No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas… Sé lo que tu esencia quiere que seas, y para lograrlo, escúchala.” Y dicho esto, el búho desapareció.

¿Lo que mi esencia quiere que sea…? Se preguntaba el árbol desesperado, cuándo de pronto, comprendió…

Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar: “Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje… Tienes una misión “Cúmplela”.

Y el árbol se sintió fuerte y seguro y se dispuso a ser todo aquello para lo cual había sido creado. Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos.

Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz.
¿Cuántos serán robles que no se permiten a sí mismos crecer?

En la vida, todos tenemos una misión que cumplir, un espacio que llenar… Solo hay que saber escuchar, en lo más profundo de nuestro ser para saber en verdad quienes somos….
OPINIÓN Y SUGERENCIAS

EL AMOR Y EL TIEMPO.



Había una vez una isla muy linda y de naturaleza indescriptible, en la que vivían todos los sentimientos y valores del hombre; El Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría… como también, todos los demás, incluso el AMOR.

Un día se anunció a los sentimientos que la isla estaba por hundirse.

Entonces todos prepararon sus barcos y partieron. Únicamente el AMOR quedó esperando solo, pacientemente, hasta el último momento.

Cuando la isla estuvo a punto de hundirse, el AMOR decidió pedir ayuda.

La riqueza pasó cerca del AMOR en una barca lujosísima y el AMOR le dijo: “Riqueza… ¿me puedes llevar contigo?” – No puedo porque tengo mucho oro y plata dentro de mi barca y no hay lugar para ti, lo siento, AMOR…

Entonces el Amor decidió pedirle al Orgullo que estaba pasando en una magnifica barca. “Orgullo te ruego… ¿puedes llevarme contigo?
No puedo llevarte AMOR… respondió el Orgullo: – Aquí todo es perfecto, podrías arruinar mi barca y ¿Cómo quedaría mi reputación?

Entonces el AMOR dijo a la Tristeza que se estaba acercando: “Tristeza te lo pido, déjame ir contigo”. – No AMOR… respondió la Tristeza. – Estoy tan triste que necesito estar sola.

Luego el Buen Humor pasó frente al AMOR, pero estaba tan contento que no sintió que lo estaban llamando.

De repente una voz dijo: “Ven AMOR te llevo conmigo”. El AMOR miró a ver quien le hablaba y vio a un viejo.

El AMOR se sintió tan contento y lleno de gozo que se olvidó de preguntar el nombre del viejo.

Cuando llegó a tierra firme, el viejo se fue. El AMOR se dio cuenta de cuanto le debía y le pregunto al Saber: “Saber, ¿puedes decirme quien era este que me ayudo?”.

-“Ha sido el Tiempo”, respondió el Saber, con voz serena.
-¿El Tiempo?… se preguntó el AMOR, ¿Por qué será que el tiempo me ha ayudado?

Porque solo el Tiempo es capaz de comprender cuan importante es el AMOR en la vida.

OPINIÓN Y SUGERENCIAS

EL AMOR ES GRATIS.



Una tarde, un pequeño se acercó a su madre que preparaba la cena en la cocina, entregándole una hoja de papel en la que había escrito algo. 

Después de secarse las manos y quitarse el delantal, ella leyó lo que decía la nota: 

- Cortar el césped del jardín… 15.00 
- Limpiar mi cuarto esta semana… 5.00 
- Cuidar de mi hermano… 5.00 
- Ir a la panadería… 0.50 
- Sacar la basura toda la semana… 2.50 
- Libreta con buenas calificaciones… 50.00 
- Limpiar el patio… 5.00 
- TOTAL ADEUDADO… 83.00 

La madre lo miró con fijeza mientras él aguardaba expectante. 
La madre en el reverso de la misma hoja anotó: 

- Por llevarte 9 meses en mi vientre 
y darte la vida… NADA 
- Por tantas noches de desvelos, 
curarte y orar por tí… NADA 
- Por la alegría y el amor de nuestra 
familia… NADA 
- Por temor y preocupaciones cuando 
enfermabas … NADA 
- Por comida, ropa y educación… NADA 
- Por tomar tu mano y darte apoyo… NADA 

Cuando el niño terminó de leer lo que había escrito su madre, tenía los ojos llenos de lágrimas. 

La miró a los ojos y le dijo: 

“Te quiero mamá…”; luego escribió con letra muy grande: “TOTALMENTE PAGADO”.

Las personas somos como niños, queriendo recompensa por las buenas acciones que hacemos. 

Es difícil entender que la mejor recompensa es el AMOR y, que para nuestra suerte, es totalmente GRATIS!!!

OPINIÓN Y SUGERENCIAS

EL ALPINISTA.



Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar una altísima montaña, inició su travesía después de años de preparación, pero quería la gloria solo para él, por lo tanto subió sin compañeros.

Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo, y oscureció.

La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, la luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.

Subiendo por un acantilado, a solo unos pocos metros de la cima, se resbaló y se desplomó por el aire, cayendo a velocidad vertiginosa. 

El alpinista solo podía ver veloces manchas oscuras y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad. Seguía cayendo… y en esos angustiantes momentos, le pasaron por su mente todos los episodios gratos y no tan gratos de su vida.

Pensaba en la cercanía de la muerte, sin embargo, de repente, sintió el fortísimo tirón de la larga soga que lo amarraba de la cintura a las estacas clavadas en la roca de la montaña.

En ese momento de quietud, suspendido en el aire, no le quedó más que gritar: AYÚDAME DIOS MIO¡¡¡

De repente, una voz grave y profunda le contestó:

-¿QUE QUIERES QUE HAGA?

– Sálvame

– ¿REALMENTE CREES QUE YO TE PUEDA SALVAR?

– Por supuesto 

– ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE…

Hubo un momento de silencio; el hombre se aferró más aún a la cuerda.

Cuenta el equipo de rescate, que al otro día encontraron a un alpinista colgando muerto, congelado, agarradas sus manos fuertemente a la cuerda… A TAN SOLO DOS METROS DEL SUELO…

¿Y tú que tan aferrado estas a tu cuerda? 
¿Te soltarías?
OPINIÓN Y SUGERENCIAS

EL AGUA DE LA VIDA.



En un lejano reino en donde los mares del Sur se cruzan con los del Norte, vivía una mujer de culta y refinada sensibilidad que sentía un intenso y lúcido deseo de entregar su corazón al hombre de sus sueños.

Iris, que es así como se llamaba, quería vivir, de manera cálida y entrañable, el amor con mayúsculas, un amor que había sentido en cortas ráfagas de luz aparecidas en los abrazos de sus anteriores amores.

Iris se había enamorado en muchas ocasiones a lo largo de su vida y, más o menos, cada cuatro años, cuando su amor llegaba a un punto de inflexión, algo sucedía, o bien aparecía una tercera persona que inquietaba su corazón, o bien sentía una apatía y desmotivación que como sutil virus desvitalizaba el sentido de su relación. 

Iris, a continuación, entre ansiedad y culpa, enfrentaba una dolorosa pérdida del mundo que había construido entre besos y sueños de primavera que ahora, inevitable se desmoronaba. 

Pero pasado un tiempo, Iris se remontaba de sus dolores y huellas de dolor y aprovechando una ocasión en la que los ángeles la rozaban con su ala, conocía de nuevo la pasión y más tarde el amor que ella llegaba a creer que representaba el alma definitiva con la que compartir las risas y lágrimas. Iris soñaba en alcanzar el día en el que poder acercarse al umbral de la muerte unida en comunión total con su pareja. 

Aquella tarde, Iris se encontraba apesadumbrada... había pasado muy poco tiempo desde la última separación y ya sentía deseos de volver a surcar las aguas de vida que su alma necesitaba... sin embargo, algo en su interior no cesaba de decirle que tenía previamente que cambiar, y que debía incorporar un mayor conocimiento de sí misma, antes de entrar en la nueva mayor profundidad de una nueva etapa. 

Sin embargo ¿qué podría hacer? Se preguntaba, ¿a quién podría recurrir? En realidad, se sentía harta de consejos de amigos y manuales con recetas. ¿Qué podría hacer...? se repetía y repetía contemplando las hojas de otoño que se alejaban. Poco a poco, y mientras su corazón reverberaba en esta desesperada invocación de respuesta, se fue quedando medio dormida, cuando de pronto, un extraño aroma de rosas acompañado de un sentimiento de paz profunda, muy profunda... inundó su alma. Al instante, se abrió ante sus ojos internos una escena que despertó toda la atención de su conciencia...

Se trataba de una mujer en algún aspecto similar a ella, que parecía estar buscando agua para regar su jardín. Llegado a un lugar, se detenía y comenzaba a cavar un pozo, plena de ilusión y expectativa en su rostro. Pero una vez había cavado hasta una profundidad de 4 codos, al no hallar vestigio de agua, abandonaba frustrada y triste el lugar, por lo que al instante daba varios pasos y elegía otro sitio para cavar. Tras unos pocos minutos, cavaba cuatro codos con la misma expectación pero como tampoco encontraba el agua de vida que necesitaba, abandonaba su búsqueda con la misma expresión de frustración y tristeza... La mujer elegía a continuación un tercer lugar y cavaba también a la misma profundidad y con el mismo entusiasmo, pero era en vano, tampoco hallaba el agua que buscaba. Al final, completamente disgustada se sentó a llorar por su suerte y maldecir el resultado de su vida... ¿qué puedo hacer? se decía...

De repente, sucedió que una brisa lumínica inspiró en ella las siguientes palabras:

Para encontrar el agua de vida, 
deberás dedicar toda tu energía al gran manantial 
y profundizar y profundizar de manera flexible, 
hasta que despierte la conciencia integral. 

DI "ADIÓS"...

Dile adiós a todos a todos los momentos que te pusieron triste

A las promesas que no cumpliste

A la inseguridad y negatividad

A los momentos que sufriste en silencio

A las adicciones que te apartaron de las cosas más importantes de la vida

A las expectativas idealistas que creaste tú mismo

A todas las palabras que la gente dice de ti, y que te hicieron quererte un poco menos

A los tiempos en que eras inmaduro, o no tenías sentido común

A las oportunidades que se te pasaron

A todos tus defectos y comienza a amarte como eres

A la idea de que nada cambiará 

Dile Hola a todas las maravillosas posibilidades y oportunidades que empiezan a manifestarse en ti.
OPINIÓN Y SUGERENCIAS 

*Y TUVE QUE ACEPTAR...*

 *Este poema es tan hermoso que deja sin palabras * Y tuve que aceptar!! *Y TUVE QUE ACEPTAR...*          Que No sé Nada            Del Tiem...