Investigaciones realizadas por el Albert Einsten College of Medicine de Nueva York, publicado por la revista Science, indican que la relación entre cáncer y estrés se hace cada vez más estrecha.
En el caso del cáncer de próstata, en particular, se ha determinado que el estrés influye en la evolución y propagación de la enfermedad en el organismo.
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Según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en países como Argentina, México, Chile y Colombia cerca del 40% de trabajadores han sufrido de estrés y a su vez, el 30% de la población mundial ha tenido cáncer.
Los investigadores del centro de estudios neoyorquino (Albert Einsten College of Medicine de Nueva York) observaron que los ramales del sistema nervioso, simpático y parasimpático, desempeñan, bajo el influjo del estrés, un rol importante en el desarrollo del cáncer de próstata.
El sistema nervioso simpático nos prepara para reaccionar ante las llamadas “situaciones E”: escape, estrés, ejercicio y emergencia. La frecuencia cardíaca aumenta y se contraen los vasos sanguíneos. El sistema nervioso simpático genera entonces la “hormona del estrés”, que al unirse a las moléculas en la superficie de las células tumorales libera los productos químicos que estimulan el cáncer.
A su vez, el sistema nervioso parasimpático, que ayuda al cuerpo a relajarse y conservar la energía, contribuye a propagar el tumor. Una evidencia de esto la encontraron los investigadores al analizar tumores agresivos, los cuales demostraron contener más fibras nerviosas que los no agresivos. Estas fibras nerviosas les sirven como una red para su expansión.
El cáncer de próstata ocurre cuando se forman células cancerosas en los tejidos de la próstata, una glándula localizada alrededor de la uretra (debajo de la vejiga) en hombres que produce parte del fluido o líquido seminal. El cáncer de próstata es alimentado en parte por andrógenos (p.ej., testosterona), que son producidos principalmente en los testículos y glándula adrenal.
De acuerdo con el estudio la segunda causa de muerte por cáncer en hombres es próstata y el estrés es una de los factores que inciden en su aparición. Se estima que 28.076 casos nuevos se presentarán en Colombia en los próximos 5 años.
Uno de los efectos secundarios más temidos por los hombres que padecen esta enfermedad es la fatiga, sintomatología que les disminuye notablemente su calidad de vida.
Este efecto secundario puede ser de dos tipos: mental o físico. Con la fatiga física, el paciente siente su cuerpo desgastado, sin energía para realizar cualquier tipo de actividad. Con la fatiga mental, el paciente tiene sensación de estrés y preocupación, le es más difícil concentrarse o recordar cosas. La sensación de agotamiento puede afectar los niveles de energía, la motivación, la capacidad de concentración, las emociones y el deseo sexual.
Para reducir un poco estos efectos, los pacientes deben descansar el mayor tiempo posible, realizar actividades físicas suaves o ayudarse con las terapias orales que ayudan al paciente a controlar la enfermedad y sobre todo a disminuir los efectos secundarios como la fatiga.
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