Hay personas que necesitan ser valoradas por lo que tienen porque por dentro están vacías, por eso compran toda clase de objetos para sentirse valiosos, necesitan sentir que valen y ese sentimiento solo lo obtienen de acuerdo a lo que poseen.
" Yo tengo las riquezas, las riquezas no me tienen a mi"
( Séneca)
No es malo tener lo mejor, no es mala la abundancia, el error esta en pretender que son nuestras posesiones las que nos hacen valiosos ante los demás.
Puedes tener la mejor casa, el mejor coche, lo mejor de lo mejor y ser valioso como ser humano.
Las personas que necesitan ostentar lo que tienen es porque no se sienten valiosas y sienten que valen de acuerdo a lo que poseen, no de acuerdo a lo que son, por lo general son personas huecas, que saben que no tienen nada que dar de si mismos, y por eso buscan tener todo aquello que les otorgue un valor.
Pero no es tu riqueza material la que te hace valioso como persona, ni tus títulos, son tus principios y valores, tu actitud, tu entereza, lo hace que las personas te valoren, y te respeten.
No pretendas impresionar a los demás con tus posesiones y logros, tus posesiones son para que las disfrutes, impresionalos con tus talentos, con tu brillo, impresionalos con la luz que irradias, con tu buen humor y alegría, con tu capacidad de resiliencia, esperanza y amor para sobrellevar cualquier situación que se te presente… porque eso si te hace valioso como ser humano.
Piense cuántas veces a lo largo de la vida somos tirados por los problemas, arrugados por los insultos, pisoteados por otros; en esos momentos sentimos que hemos perdido el valor, sin embargo, valemos exactamente lo mismo pues Dios mira nuestro verdadero valor, no por las cosas que hayamos pasado a lo largo de nuestras vidas.
Moraleja: Tú vales por lo que eres, no por las cosas que tienes o hayas pasado. ¡Recuérdalo!
Fuiste creado a imagen y semejanza de Dios. Siempre vales mucho para Dios.
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