Todo el tiempo te estaré inquietando, me sumergiré en tu cerebro y tocaré tu corazón.
Te haré llorar, reír, enojar, y muchas veces arrepentirte. Mi peor enemigo se llama “si hubiera”, porque si hubieras, yo no existiría.
Me visto de tus más grandes errores y de los momentos más felices de tu vida.
Me alimento de todas esas noches donde tu llanto es saciable, donde vuelve a apoderarse de ti mi enemigo. Habito en tu presente pero nací en tu pasado.
No me malinterpretes que no estoy en ti para perjudicarte, sino para que puedas aprender de mí, para que superes a alguien o algo, para robarte sonrisas cuando estés triste.
No podrás deshacerte de mí aunque lo intentes, soy algo en ti y vivo ahí justo, como recuerdos, en lo que eres. Me meto por tu mente y a veces salgo por tus ojos, con mi mejor amiga, la Lágrima.
No te dejes vencer por los recuerdos y los “si hubiera”, cuando nos damos cuenta que el lamentarse por decisiones tomadas es un gasto de energía inútil y esteril, no importa la decisión que hayas tomado, ten confianza y ten certeza en ella, no importa que a pesar de todo no hayan salido las cosas como esperabas, no te tortures con los recuerdos, por que aún con ello, puedes obtener un aprendizaje de la experiencia, pero nunca dejes de tomar decisiones, ya que la indecisión es enemiga del avance.
Los acontecimientos que a veces son dolorosos, están ahí para dejar una enseñanza, para crecer, para cambiar, para avanzar y para hacer de ti una mejor persona, no dejes que tus recuerdos sean desagradables y te torturen, piensa que aún con ello todo es para bien… Comparte con más amigas, siempre que tu hayas aprendido de una etapa dolorosa siempre es bueno darle la mano a alguien que viene detrás y que está pasando por la misma situación, tú misma reforzarás tu aprendizaje y dominio de las circunstancias… Y si este contenido te ha gustado, haz que a alguien más le sea de utilidad y compártelo en las redes sociales…
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