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UNA INUSUAL HISTORIA DE AMOR!!



"Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana, mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno, sufrió un infarto y cayó. Mi padre la levantó como pudo y, casi a rastras, la subió a la camioneta. A toda velocidad, sin respetar semáforos, la condujo hasta el hospital.
Cuando llegó, por desgracia, ya había fallecido.

Durante el sepelio, mi padre no habló; su mirada estaba perdida. Casi no lloró.

Esa noche, sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia, recordamos hermosas anécdotas y él pidió a mi hermano, teólogo, que le dijera donde estaría mamá en ese momento. Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, y de conjeturas de cómo y dónde estaría ella.
Mi padre escuchaba con atención. De pronto pidió que lo lleváramos al cementerio.

"¡Papá!", respondimos, "¡son las 11 de la noche, no podemos ir al cementerio ahora!".

Alzó la voz, y con una mirada vidriosa dijo:
"No discutan conmigo, por favor, no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años".

Se produjo un momento de respetuoso silencio, no discutimos más. Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador. Con una linterna llegamos a la tumba. Mi padre la acarició, oró y nos dijo a sus hijos, que veíamos la escena conmovidos:
"Fueron 55 años... ¿saben? Nadie puede hablar del amor verdadero, si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer".

Hizo una pausa, y se limpió la cara. "Ella y yo, estuvimos juntos en aquella crisis. Cambié de empleo...", continuó. "Hicimos el equipaje cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad. Compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de los seres queridos, oramos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada Navidad, y perdonamos nuestros errores... Hijos, ahora se ha ido, y estoy contento, ¿saben por qué?

Porque se fue antes que yo. Ella no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida. Seré yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto, que no me hubiera gustado que sufriera...".
Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo teníamos el rostro empapado en lágrimas. Lo abrazamos, y él nos consoló: "Todo está bien, podemos irnos a casa; ha sido un buen día".

Esa noche entendí lo que es el verdadero amor; dista mucho del romanticismo, no tiene que ver demasiado con el erotismo, ni con el sexo, más bien se vincula al trabajo, al complemento, al cuidado y, sobre todo, al verdadero amor que se profesan dos personas realmente comprometidas".


UN MENSAJE PARA MAMÁ...♥

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Madre… ♥

LA MUJER... ES UN ÁRBOL FRONDOSO CON EL
 TALLO DEL FRUTO DE LA VIDA..

Tu nombre es sinónimo de un amor puro, sacrificado y abnegado.
Llevas impregnada la esencia más grata y olorosa de la dulzura.
Eres la más exquisita rosa del jardín de Dios.
Das todo sin esperar nada a cambio.
Tienes en tu interior una fuerza increíble, tu fe remueve montañas y provoca milagros maravillosos.
Eres ejemplo de lo que es el perdón y la dedicación.

Madre…
Perdón por el dolor que muchas veces sin querer, he causado a tu corazón.
Pienso en ello y no puedo dejar de sentir vergüenza y tristeza.
Pido a Dios que cada día renueve tus fuerzas, que te llene de alegría y energía.
Que yo pueda seguir tu ejemplo y ser una persona que marca la diferencia.
Que no olvide nunca tus consejos ni la influencia que has causado en mi vida.

Madre…
¿Qué palabras podría yo decir para hacerte saber lo mucho que significas para mí y lo importante que eres en mi vida?
Eres virtuosa, tienes belleza, tu corazón es reflejo del mismo amor de Dios.
¡Te quiero tanto, que lo sepa el mundo entero!
Doy gracias a Dios por haber permitido que existieras, por tener la fortuna de ser llamada tu hija y porque en medio del camino, si algo bueno yo he hecho, es porque tu compañía siempre ha estado cercana y con tu ejemplo me has inspirado a ser cada día mejor.

Por todo ello y muchísimo más, ¡feliz día de las madres, mamá!
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La canción científicamente diseñada para hacer reír a tu bebé.


Hay una canción que está específicamente diseñada para hacer reír a tu bebé. Un grupo de científicos del Reino Unido se dedicó a crearla y se llama Happy Song o Canción Feliz. Dura dos minutos y en ese tiempo tu bebé puede escuchar una singular, aunque estudiada, combinación de sonidos de mar y animales, música instrumental y su la voz de una mujer, la cual siempre calma a los niños. Y hacer reír al bebé es solo una de las bondades que tiene la música para ayudar a los bebés a sentirse bien.

La colaboración de unos 2.300 padres, a quienes Caspar Addyman y la psicóloga musical Lauren Stewart les pidieron que nombraran los sonidos que hacían reír a sus bebés, fue necesaria para diseñar la canción especialmente creada para bebés. Las respuestas de estos padres fue promediada y estas fueron los sonidos más comentados: estornudos, ruidos de animales y las risas de bebé. Luego de seleccionar estos sonidos, alrededor 50 bebés fueron sometidos a pruebas.

Durante ellas, los especialistas sondearon las reacciones de los bebés, a quienes les observaron sus movimientos, expresiones faciales, ritmo cardíaco y vocalizaciones, para ver qué parte de las canciones generaban un estado de ánimo alegre y positivo.

Ya entonces tenían indicios de qué reacciones podrían obtener de los bebés y se decidieron a grabar la Canción Feliz. Un tema que tiene sonidos de la naturaleza, de un claxon y pequeños gritos de emoción que mantienen alerta a los bebés que la escuchan, además de la voz de una mujer.


Además de la Happy Song hay muchas canciones que pueden ayudar a hacer reír a tu hijo. Y justamente, puedes usar de guía, las conclusiones a las que llegó el equipo que diseñó la canción que hace reír a los bebés.

Una de ellas es que a los bebés les gusta la música repetitiva y predecible. Esto sucede porque les causa satisfacción poder anticiparse a algo que saben que va a pasar, como por ejemplo: que viene el sonido de la vaca o de los pollitos.

Los científicos también explican que los bebés son propensos a que les guste la música rápida ya que sus corazones trabajan a un ritmo más acelerado que el de los adultos.



Canciones que estimulan positivamente
Además de provocar que ría, la música que tiene muchos efectos positivos en tus hijos. Ya la ciencia se ha encargado de estudiar algunos de esos efectos. Por ejemplo, los investigadores de una universidad en Washington han demostrado que los bebés que juegan a seguir el ritmo de la música mejoran sus habilidades cognitivas.

Durante los dos primeros meses de vida les favorece colocarles canciones de cuna o temas instrumentales de corta duración y tiempo lento, son aconsejables las que les recuerden los latidos del corazón de mamá, pues eso hace que su sistema nervioso se relaje. Esto pasa porque la música reduce los niveles de estrés, al tener un efecto de relajación en los niños más pequeños.

También se ha comprobado que los niños de nueve meses de nacidos que son sometidos a varias sesiones de música resultan capaces de identificar varios patrones de melodía y canto de la canción. Estas habilidades los ayuda a aprender muchas cosas rápidamente. Pues, a lo largo de las últimas décadas se ha comprobado que la música favorece el desarrollo cerebral del niño y los ayuda a estimular las habilidades que lo ayuden a aprender.

La música como aliada.

La música también lo ayuda a mejorar su concentración y creatividad, además de que complementa el desarrollo psicomotor, y cuando comienza a andar le proporciona mayor sentido del equilibrio y un movimiento más armónico.

Las letras de las canciones, en especial, tienen un efecto positivo en el desarrollo lingüístico, pues propicia conexiones activas en el campo del lenguaje. Así que seguramente escuchar música y aprender canciones ayudará a tu bebé a hablar fluidamente.

Los niños prematuros que son expuestos con frecuencia a melodías musicales, mejoran sus hábitos de alimentación y avanzan en aspectos físicos como el ritmo cardíaco y respiratorio. Estas son apenas algunas de las cualidades positivas que tus hijos pueden aprovechar de la música; esto no quiere decir que aprender u oír música hace que los niños se conviertan en superdotados, pero sí los ayuda a desarrollar varias habilidades.

Cuando sentí tus primeras patadas: un momento inolvidable.


El momento en que una mamá es consciente de que lo que ha sentido son las primeras patadas de su bebé es algo mágico e inolvidable. La sensación oscila siempre entre el asombro, la alegría y la satisfacción de que nuestro hijo está bien y está creciendo.


Estas patadas se conocen como movimiento fetal, y es común que las notemos entre la semana 16 y 22 de embarazo. Algo que aparece casi de forma espontánea, lleva en realidad repitiéndose desde la octava semana, solo que es durante el segundo trimestre cuando la madre lo percibe con más claridad. Sabe reconocer ya que esa “sensación” no son gases, que no es algo relativo a sus propias funciones biológicas, sino a ese “pequeño” inquilino del útero haciendo acto de presencia y marcando “carácter”.

Lo de marcar “carácter” no lo decimos a la ligera. De hecho, algo que saben las mujeres que ya han dado a luz varias veces, es que cada niño tiene su genio, sus rutinas y sus costumbres aun en ese período fetal donde va anticipando los rasgos de su personalidad.

Algo curioso a tener en cuenta es que a menudo suele decirse que las mamás de constitución más fina suelen percibir el movimiento de sus bebés de forma muy temprana. No obstante, otro detalle que también debemos tener en cuenta es que durante esas primeras semanas, aunque tú sientas el movimiento del niño, no servirá de mucho que lleves la mano de tu pareja hasta tu vientre. Durante un tiempo, esos movimientos serán algo privado entre la mamá y el feto.

Llegados los últimos meses de embarazo esas patadas ya serán visibles, momento en el cual, la convivencia entre vosotros se haga un poquito más complicada: cuando tú desees descansar, ese pequeño deseará “fiesta”, cuando no encuentres una posición cómoda para dormir, tampoco él encontrará la suya. Ser dos en un mismo cuerpo es algo complejo a veces, pero también es sin duda la época más mágica e intensa de nuestras vidas.

Veamos más datos en detalle.

¿Por qué se mueve mi bebé?
embarazo patadas.


La respuesta a por qué se mueve un bebé en el interior del útero de su madre puede parecer algo simple, pero en realidad, no puede ser más esperanzadora: el feto crece, está vivo y ello implica que empiece a tener diversas necesidades:

Antes de la octava semana el embrión se mueve debido a simples actos reflejos relacionados con sus desarrollo.
A partir de la octava semana el embrión pasa a ser un feto, y acontece ya un paso madurativo excepcional: la cola embriótica ha desaparecido y aparecen ya las extremidades, podemos escuchar su corazón por ultrasonidos y es habitual que empiece a moverse de forma voluntaria.
Este paso de embrión a feto hará que empiece a coger peso con más rapidez, y ello hace que necesite buscar posturas más cómodas, que se de la vuelta, que desee estirarse, bostezar, estirar la mano, estirar sus piernas y experimentar con ese cuerpo que crece y crece cada día.
A su vez, te resultará interesante saber que en este universo amniótico donde habita nuestro bebé, se es muy sensible al tipo de alimentación que lleva la madre. Al comer algo dulce, por ejemplo, esa energía del torrente sanguíneo llega de inmediato al feto para activarlo.
Frecuencia en la que debería notar las patadas y movimientos del bebé
embarazo patadas
En primer lugar y no menos importante, decirte que no debemos obsesionarnos en exceso con el tema de las patadas y movimientos del bebé. Entre la semana 16 y 22 las patadas serán muy pocas, puede que las notes una vez al día. 

Será en el segundo trimestre cuando el movimiento fetal sea más regular, más constante. Sin embargo, recuerda siempre que los niños tienen su propio carácter, y los habrá más activos y más relajados.
Los expertos nos dicen que a lo largo del tercer trimestre sería recomendable que lleváramos algún tipo de registro para controlar un poco al bebé, pero que tampoco conviene obsesionarnos porque a medida que llega el final del embarazo, el espacio que le queda al feto en el útero es más estrecho y tiende a moverse un poco menos.
A pesar de todo, nunca está de más llevar un pequeño registro llegada la semana 28. Es un modo también de conocer a nuestro hijo, de saber qué rutinas tiene y ante qué estímulos suele reaccionar (caricias, sonidos, alimentos que comemos, movimientos que hacemos…).
¿Qué puedo hacer para sentir los movimientos de mi bebé?

Túmbate sobre el lado izquierdo de tu cuerpo y relájate.
Siempre hay una hora del día en que los bebé suelen estar más activos, así que solo tendrás que ir conociendo las rutinas de tu bebé.
Acaricia tu barriga, haz un suave masaje y háblale para que te sienta, para conectar por dentro y por fuera con esa nueva vida que crece en ti.
Cada movimiento del bebé en nuestro vientre es reflejo de vida, de salud y felicidad. No dejes de interactuar con él, hazle saber que estás ahí y que lo aguardas con impaciencia y alegría.

La estimulación prenatal: técnicas y beneficios.


Uno de los mejores momentos del embarazo es cuando notas a tu bebé. ¿Sabías que hay técnicas que puedes poner en práctica para estimular a tu bebé? No te pierdas todo acerca de la estimulación prenatal y sus múltiples beneficios.


La primera patadita suele ser uno de los momentos clave para cualquier embarazada. Pasas de saber que tu bebé está ahí dentro a sentirlo plenamente. A partir de ese momento no dejarás de notarlo, y sus movimientos, aunque a veces resulten incómodos, serán una señal de tranquilidad para ti.

La estimulación prenatal se basa en la idea de acompañar al bebé, estimulando sus diferentes sentidos a medida que se van desarrollando. Así, fortaleces a nivel sensorial, emocional y motriz a tu hijo, mientras creas momentos de íntima relación entre vosotros.

Se recomienda ser más constante en los ejercicios de estimulación a partir del segundo trimestre del embarazo hasta finalizar el mismo, pero algunos, como los de la estimulación táctil, se pueden empezar a poner en práctica casi desde el principio del embarazo.

Beneficios de la estimulación prenatal
Los beneficios de practicar la estimulación prenatal son muchos. El embarazo puede resultar muy largo, pero si aprovechas día a día para realizar los ejercicios adecuados, el tiempo se te pasará sin que te des cuenta.

Aquí te dejamos algunas razones que te convencerán para incluir las técnicas de la estimulación prenatal en tu rutina diaria.


Te ayudan a conectar directamente con tu bebé. Comprobarás que lo que haces estimula directamente a tu bebé y sentirás esa conexión profunda con él.
Favorecen el desarrollo de los sentidos del bebé. Cada ejercicio va enfocado a un sentido y a su desarrollo específico, por lo que ayuda a que cada uno sea estimulado de la forma más adecuada.
Te aportan tranquilidad. Notar cómo tu bebé reacciona ante cada ejercicio rebaja considerablemente tus niveles de preocupación ante su estado de salud. Está ahí y lo sientes.
La estimulación prenatal puede realizarse con distintos ejercicios enfocados a los diferentes sentidos del bebé.

Técnicas de estimulación prenatal
Los siguientes ejercicios de estimulación prenatal están relacionados cada uno con un sentido, así que lo mejor es que vayas alternando día a día cada uno.

De esta forma, ni tu bebé ni tú os aburriréis practicando. Recuerda que cuanto más disfrutes tú, más disfrutará tu bebé.


Estimulación visual. A partir del cuarto mes aproximadamente, tu bebé podrá disfrutar de su sistema visual al máximo, reaccionando a los estímulos visuales.

Deja que el sol dé directamente en tu tripa, la luz entrará suavemente atravesando todas las capas hasta que le llegue al bebé.
Haz diferentes juegos con luces de linternas. Encendiendo o apagando, para atraer la atención de tu bebé y provocar su respuesta.
Estimulación auditiva.  A partir de la semana 14 será más efectiva, pero puedes hacerla desde el principio del embarazo.

Habla con tu bebé. No pares de hablarle para que tu voz sea el mejor estímulo que pueda recibir.
Puedes ponerle música suave, lo tranquilizará.
Camina por la naturaleza. Los sonidos que proporciona la naturaleza son estímulos para tu bebé.
Juega con diferentes instrumentos. Melodías solo de piano o percusiones suaves con baterías o cajones flamencos podrán provocar distintas reacciones en tu bebé.
Estimulación táctil. La importancia de las caricias viene desde el vientre materno, sobre todo a partir de la sexta o séptima semana.

Puedes experimentar con diferentes texturas sobre tu piel, como una pluma, o un cepillo.
Acaricia tu tripa, utilizando los dedos de forma alternativa o todos a la vez.
Masajea tu barriguita. Al ejercer diferentes grados de presión, tu bebé reaccionará.
Responde a los movimientos del bebé. Cuando él se mueva, ejerce presión en la zona donde él la ha ejercido. Será la interacción perfecta entre ambos.
La ingesta de determinados alimentos puede provocar la estimulación prenatal.
Estimulación motora. El bebé se moverá a medida que cambies de posición, así que prueba a ir cambiando de postura. Sobre la semana 10 ya empezará a dejarse notar.

El yoga prenatal es muy bueno para este tipo de estimulación.
Intenta diferentes posturas en casa. Prueba a cambiar de lado en la cama o a ponerte con la tripa hacia abajo si estás de pie.
La ingesta de ciertas comidas, como es el caso del chocolate, también puede hacer responder a tu bebé. No obstante, no abuses de estos alimentos, puesto que no es recomendable buscar su nivel máximo de activación.

9 alimentos que ayudan a que los niños duerman.


Pueden haber muchas razones por las que los niños pueden tener problemas para conciliar el sueño. Puede ser por dentición, porque están poniendo a prueba las normas, porque han hecho demasiadas siestas durante el día o quizá porque tienen miedo a la oscuridad. Hay una forma de ayudar a los niños si tienen problemas de sueño, y es a través de los alimentos.  


Algunos alimentos tienen un efecto sedante natural en el cuerpo, por lo que puedes experimentar con algunos de estos alimentos para la cena y comprobar si por la noche tienen un buen efecto en el sueño de tu hijo.

Alimentos que pueden ayudar a tu hijo a dormir
Los plátanos:
Los plátanos son el alimento número uno cuando se trata de magnesio. El magnesio es un relajante muscular natural que ha demostrado ser eficaz en potenciar el sueño. Además de eso, los plátanos también contienen melatonina y la serotonina – dos compuestos naturales que muchas personas utilizan para conciliar el sueño rápidamente-.

Los lácteos:
Los lácteos o productos lácteos -sobre todo la leche-, están repletos de triptófano. El triptófano es el aminoácido conocido para que las personas sientan sueño después de una comida grande. Considera la opción de dar a los niños un vaso de leche alrededor de una hora antes de ir a dormir. Te darás cuenta cómo los niños dormirán antes y se dormirán mejor. 

Alimentos integrales:

Los alimentos integrales son ricos en carbohidratos complejos, estos carbohidratos te ayudarán a que te asegures de que tu hijo se irá a dormir a una hora apropiada. Estos tipos de alimentos producen insulina que es conocido por su potencial para promover el sueño.

Algunos ejemplos de granos integrales ricos en carbohidratos incluyen las galletas de grano entero, panecillos integrales y galletas de grano entero.

Pollo o pavo:
Si estás buscando ideas para la cena, está demostrado que para que se produzca el sueño, el pollo es el alimento que debe ocupar el número uno en la lista de alimentos que ayudan a dormir.


El pollo, como los productos lácteos cuenta con altos niveles de triptófano. Es este aminoácido el que provoca el deseo de dormir una siesta en el sofá inmediatamente después de comer una cena con pollo. Pollo (y el pavo también sirve) hará maravillas en los patrones de la hora de dormir de tu hijo.

El salmón:
El salmón, junto con otros tipos de alimentos del mar como el marisco, se sabe que estimula la producción de serotonina y la melatonina. La serotonina y la melatonina son muy conocidos porque ayudan a promover un sueño saludable en las personas de cualquier edad. Además, el salmón también es bueno para la salud del corazón de la persona que lo consume.

Arroz:
La adición de una porción de arroz a las cenas de tus hijos entre semana tendrá un gran impacto en los patrones de sueño de tus pequeños.

El arroz tiene altas tasas de glucémico, lo que significa que tu hijo experimentará un impulso inmediato de energía después de comer, seguido de un bajón al cabo de una hora después de haberlo comido, algo que es perfecto para cuando llega la hora de meterse en la cama.

Carne magra:
El hierro que se encuentra en la carne magra ayudará a tu hijo a mantener unos niveles saludables de energía durante todo el día. Además, la carne magra, como muchos de los otros alimentos que te comentamos en este artículo, es alta en triptófano y esto le permitirá a tu hijo que duerma antes y mejor.


Pasta de trigo integral:
Al igual que el pan de grano entero, la pasta de trigo integral produce insulina en el organismo, algo que es esencial para disfrutar de una buena noche.

Considera la posibilidad de preparar una cena de pasta de trigo integral con un poco de queso espolvoreado (el queso también es rico en triptófano). Los carbohidratos complejos combinados con el triptófano ayudarán a dormir antes y mantenerse dormido.

Espinacas y vegetales de hojas verdes:
Los vegetales de hojas verdes, como la espinaca y la col, están también llenos de triptófano. Estos alimentos cuentan con muchos beneficios para la salud tanto para adultos como para niños. Las espinacas son un alimento indispensable en cualquier dieta sana, por lo que no deberá faltar en la dieta habitual en tu familia. El hecho de que ayudará a su niño caer (y mantenerse) dormido es solo un añadido.

¿Cuándo dormirá mi bebé toda la noche?

Una pregunta que pasa por tu mente durante los primeros meses de tu pequeño: ¿Cuándo dormirá mi bebé toda la noche? Conserva la calma y ármate de paciencia, en este artículo te brindamos los detalles que debes conocer respecto al sueño del niño.

No puedes sentirte más feliz y afortunada teniendo a tu bebé contigo, pero ahora te invade con frecuencia una duda: ¿Cuándo dormirá mi bebé toda la noche? Es la pregunta del millón para cualquier madre primeriza que se encuentra con que los primeros meses de vida de su hijo implican dormir por pequeños intervalos cada noche.


¡Calma! Es absolutamente normal que los niños se despierten por la noche durante aproximadamente medio año. Se estima que para los 6 meses, una gran parte de los bebés comienzan a dormir toda la noche, pero el momento en que empezarán a hacerlo depende del desarrollo de cada pequeño.

El sueño del bebé
Para saber cuándo dormirá tu bebé toda la noche, debes conocer algunos detalles que hacen al sueño del bebé. En primer lugar, desde su nacimiento el sueño del niño es bifásico, con lo cual se despierta a menudo dado que, al acabar las dos fases, se desvela para comer y promover el contacto con la madre a fin de sentirse seguro.

A los 6 meses, el sueño del niño comienza a cambiar, llegando a poseer las 5 fases de las que disponemos los adultos. Cuando esto suceda, tu bebé dormirá toda la noche. Si bien el pequeño comenzará a dormir durante intervalos más prolongados, también se despertará durante la noche, pero podrá conciliar el sueño solito.

Escasos bebés de tan solo 3 meses logran dormir entre seis y ocho horas seguidas mientras que otros lo lograrán cuando lleguen a los 12 meses. Sin embargo, más del 70% de los bebés duerme toda la noche sin necesidad de alimentarse a los 9 meses.

No obstante, es menester considerar que algunos bebés se toman su tiempo para aprender a dormir toda la noche. Inclusive la realidad demuestra que uno de cada cinco niños de 2 años se despierta y llora por las noches, lo cual demuestra que la personalidad del pequeño también puede ser un factor influyente.


Tu bebé dormirá toda la noche, mas aléjate de los mitos
Al comentar tus desventuras nocturnas y preguntar cuándo dormirá el bebé toda la noche, seguramente te dijeron que los niños más grandes y los que comen alimentos sólidos concilian fácilmente el sueño. No sigas estos consejos, pues lo que realmente influye es su edad, no su tamaño ni la alimentación.



Incluso puedes haber oído que si le das por la noche cereal al bebé dormirá más tiempo, lo cual tampoco es verdad. Contrariamente, esta práctica implica un peligro de asfixia, ya que ofrecer sólidos en edades no adecuadas impide que el bebé absorba los nutrientes tanto de la leche materna como de fórmula.

El sistema digestivo aún inmaduro del pequeño no está preparado para ingerir alimentos complementarios hasta la mitad del primer año de vida, por lo cual los alimentos sólidos durante esta etapa pueden dañar el estómago del bebé. Por eso, los especialistas recomiendan amamantarlos durante los primeros 6 meses de vida.

¿Qué debo hacer para ayudarnos a pasar las noches?
Por supuesto, si pasas la noche en vela, repercutirá en el cansancio que sentirás durante el día. Por ello, durante las primeras semanas sería ideal que tomes una siesta cada vez que tu hijo descanse, olvidando toda intención de usar el tiempo de descanso del bebé para ponerte al día con las tareas domésticas pendientes.

Recostarte mientras le das pecho a tu bebé, es una buena estrategia para obtener un poco más de descanso. Otra táctica válida es pedir ayuda a tu entorno. Puedes solicitarle a tus amigos y familiares que colaboren trayéndote comida, llevando recados o limpiando la casa.

Muchas madres prefieren tener al bebé cerca toda la noche, pues consiguen dormir mejor junto a su hijo y se sienten menos cansadas. Por eso, suele verse en el “colecho” o “el sueño compartido” la forma de satisfacer las necesidades nocturnas del bebé con pocas interrupciones al sueño de los padres.

Lejos de la postura pro “cama familiar”, otros expertos creen que los padres deben enseñar a sus bebés a dormir solos y conciliar el sueño por sí mismos si se despiertan. Incluso sugieren que permitan llorar a su hijo antes de responder al llanto. No obstante, muchos padres eligen seguir sus instintos y consolar al niño.

Evidentemente no hay un un método que garantice el éxito nocturno, así que haz lo que sea mejor para tu hijo. Ten paciencia porque, más temprano que tarde, tu bebé dormirá toda la noche y esos momentos desvelada serán un bonito recuerdo de todo lo que hiciste por lo que tanto esperaste y que hoy amas con locura.



¿Por qué el bebé no debe usar almohada?

Los expertos recomiendan evitar el uso de almohadas, peluches y mantas en las horas de sueño durante los primeros dos años de vida del bebé.

Una de las principales cosas que debemos saber como madres es que el bebé no debe usar almohada para dormir. Pero, ¿por qué? Muchas personas consideran que no está mal que los recién nacidos o los bebés pequeños usen almohadas, pero lo recomendable es que no lo hagan, debido a que las proporciones del cuerpo de un bebé son distintas al nacer a las de un adulto, el cuello aún es pequeño y la cabeza es mucho más grande en comparación con el resto de su cuerpo.


Lo más importante es evitar el uso de almohadas hasta que el bebé pueda utilizarlas, porque si duerme con almohadas antes de lo debido pueden presentarse diversos inconvenientes en la formación de su cuerpo e incluso puede sufrir el riesgo de ahogarse con la almohada. Aquí detallamos algunas razones de por qué el bebé no debe usar almohada durante las horas de sueño.

El bebé no debe usar almohada durante los primeros dos años de vida.
Por qué el bebé no debe usar almohada
Puede provocar el síndrome de muerte súbita al lactante. Si le colocamos una almohada al bebé y se tumba boca abajo mientras duerme, no será capaz de darse la vuelta, provocando asfixia. De igual forma, esto puede ocurrir con peluches o cojines, por ello deben evitarse en el lugar de descanso del bebé.
Que el bebé utilice una almohada puede generar que su espalda no tenga su alineación natural. Esta produce que se fuerce la curvatura natural del cuello, debido a que el bebé tiene un cuello más pequeño y la cabeza es proporcionalmente más grande que el resto del cuerpo.
Para un bebé no es cómodo dormir sobre almohadas. Aunque es posible que se vean durmiendo muy a gusto sobre varias almohadas, realmente no se sienten cómodos. Si tienen un mal sueño, al día siguiente se despertarán irritados. además, el dormir con almohada podría perjudicar su descanso y causar problemas para conciliar el sueño.
Puede desarrollar alergias. Este también es un factor importante a tener en cuenta ya que cuando lavamos la almohada o el cojín, generalmente utilizamos suavizante de telas con diversos aromas. Para los bebés no es recomendable, porque en este momento aún se encuentran desarrollando el sentido del olfato.

Cuándo pueden usar almohadas los bebés
La Asociación Española de Pediatría y la Academia Americana de Pediatría recomiendan que el niño comience a utilizar almohadas a partir de los primeros 2 años de vida. A partir de entonces, si quieren comenzar a utilizar la almohada, lo preferibles es que escojan una fina, pequeña y firme.

De hecho, a partir de este momento es aconsejable que utilizan una almohada, ya que en este momento sus hombros son más anchos que su cabeza, y esta comienza a colgarles cuando duermen de lado. La almohada debe ser de un material que les permita respirar correctamente, como el algodón. Es mejor evitar usar materiales como el poliéster debido a que puede dificultar la oxigenación y podría provocar calentamiento excesivo en la zona de la cabeza y el cuello.


“Los expertos recomiendan evitar el uso de almohadas, peluches y mantas en las horas de sueño durante los primeros dos años de vida del bebé”

Consejos para evitar el síndrome de la muerte súbita
Además de evitar que el bebé duerma con almohada,  también existen otras formas de prevenir el síndrome de muerte súbita:

Dormir boca arriba. El bebé siempre debe dormir boca arriba. Debemos evitar a toda costa que duerma boca abajo.
El colchón debe tener exactamente las mismas medidas de la cuna y no debe ser demasiado blando.
El bebé debe dormir con los pies tocando el fondo de la cuna, por su parte, las sábanas deben estar muy bien fijadas debajo del colchón.
La música relajante para niños permite que tengan mejor fluidez en el lenguaje.
Es recomendable no utilizar mantas de tejidos elásticos o plastificados.
La temperatura de la habitación debería mantenerse entre los 18-20 grados.
Cuando duerme, es recomendable no ponerle ropa muy calurosa o mantas.
No es recomendable que el bebé comience a dormir con los padres antes de las 13 semanas de vida.
En los primeros meses, se recomienda que la cuna esté cerca de la cama de los padres.
Lo más importante es que el bebé no debe usar almohada hasta que tenga la edad suficiente para hacerlo. Se concluye que puede ser perjudicial para el niño tanto para su cuerpo, como para su salud. Cuanto más sencilla esté la cuna del niño para su descanso, mucho mejor.

Las mamás que cuidan de sus hijos también son mujeres trabajadoras.



Las mamás que cuidan de sus hijos también son mujeres trabajadoras. También ellas contribuyen, a pesar de no cobrar un salario, también ellas llegan rendidas a la cama por las noches, a pesar de no estar cotizando. La suya, aunque a muchos les cueste creerlo, es una labor igual de digna, y quizá, la más hermosa del mundo.


Algo que todos sabemos es que vivimos una actualidad donde a la mujer se le exige -y se autoexige- una eficiencia casi extrema en todos los ámbitos de su vida. Debe batallar en una sociedad poco dada a la conciliación, hacer peripecias para cuadrar horarios, para llevar y recoger a los niños, y garantizarles un bienestar económico donde no descuidar la riqueza emocional y la complicidad madre-hijo.

No es fácil, y aún así son millones las mujeres que lo consiguen a diario: crían, educan y alcanzan cuotas de éxito en sus respectivas profesiones. Sin embargo, y aunque a muchos les cueste creerlo hay muchas mamás que por las razones que sean, eligen postergar la entrada al mundo laboral tras dar a luz.

A veces se debe a una elección personal, en otras ocasiones es el propio contexto laboral y la complejidad por hallar un nuevo empleo el que dificulta esa incorporación, pero sea como sea, debemos tenerlo claro: la mujer o el hombre que está en casa atendiendo a los niños también trabaja. 

Te invitamos a reflexionar sobre ello.

No cobro un salario, pero trabajo e invierto mi vida en el mejor proyecto

Un hijo no solo es un proyecto vital, es nuestra responsabilidad, nuestra inspiración cotidiana y alguien a quien le vamos a dedicar el resto de nuestra vida.

Sabemos que a día de hoy no faltan las mamás que se reincorporan con todo el ánimo y las ganas a su trabajo después de esas 16 semanas de baja.
Sin embargo, cerca del 80% de las parejas consideran que ese tiempo es insuficiente. 
Si organismos como la OMS recomiendan por ejemplo alargar la lactancia hasta los 6 meses, lo lógico sería que los organismos sociales armonizaran con ese mismo principio.
Algo que todos tenemos claro es que nuestros contextos laborales no son sensibles a estas necesidades vitales, y es eso lo que hace que sean muchas las mujeres que opten, sencillamente, por quedarse en casa para criar a sus hijos.


Me quedo en casa y no estoy validando el clásico esquema de género
A día de hoy no falta quien ve con suma extrañeza a esa mamá que por voluntad propia elige esta opción. Lo primero que los demás suelen pensar es que “está renunciando” a un tiempo valioso que le permitiría prosperar profesional y personalmente.

Ahora bien, quedarse en casa no valida nada ni se renuncia a nada, es más, se gana en tiempo de calidad y en esa inversión en los propios hijos donde no existen las prisas, ni los horarios, ni el estrés ni las presiones.
Por otro lado, también es importante resaltar que son muchos los hombres que también eligen quedarse en casa. Sin embargo, si esto se da siempre responde al hecho de que la pareja dispone de un salario más interesante, lo cual permite que sea el papá quien decida por voluntad propia aplazar su vuelta al mundo laboral.

La crianza es un trabajo de 27 horas al día
No se cobra, no se cotiza, pero tampoco hay descansos ni vacaciones. En la crianza de todo niño se necesita la maestría de la paciencia, el doctorado de la pericia y el máster en resistencias.

Se duerme poco, los horarios no son flexibles y los fines de semana son una continuación del lunes.
Aquí no hay respiros para tomar un café, ni cenas de viernes por la noche.
Las mamás que eligen quedarse en casa no se quejan de su sueldo ni nunca la harán, porque no hay mejor paga que la sonrisa de sus hijos, que un abrazo de buenas noches o una siesta compartida en el sofá.

Noruega, el paraíso para las mamás y las familias
Hay un dato que todos tenemos claro: si nuestras políticas sociales invirtieran más en conciliación, una mujer no dudaría en poder compaginar ambos aspectos: el trabajo o la maternidad.

Sin embargo, en la actualidad son muchas las mujeres que se ven la extrema situación de tener que “perder” el trabajo por el simple hecho de quedar embarazada.

Desde el momento en que se dan estas realidades, es que hemos fracasado como supuesta sociedad avanzada.

Por ello, una de nuestras máximas referencias en cuanto a conciliación sigue siendo Noruega.

mamás
La baja por maternidad es de 56 semanas (1 año y dos meses, aproximadamente)

Las mamás noruegas pueden elegir tomarse 46 semanas de baja con el 100% del sueldo o 56 semanas con el 80%.
El padre disfruta de 10 semanas con el salario íntegro
Además, cuentan con una plaza de guardería garantizada, de hecho, en la mayoría de empresas disponen de una.
Los horarios laborales son de una media de 37 horas semanales.
Cuentan con 20 días de baja sin justificar para poder atender a sus hijos
El estado les aporta 120 euros mensuales hasta que el niño cumpla los 18.
Para concluir, el modelo ideal de Noruega es algo que todos los países deberían imitar. Es el único modo de invertir en igualdad y ante todo, en dar valor a la crianza de un hijo y a las nuevas generaciones del futuro. Hasta entonces, no discriminemos nunca a una mujer que por las razones que sean, elige quedarse en casa para atender a sus niños: también ella está invirtiendo en el futuro.



Para Reflexionar...♥



Tu , que llenas mi vida de dulces momentos
Con tu pequeña sonrisa de ángel encandilador
Eres tu, que con tus manitas
Tocas mi rostro y llenas de calor mi alma..

Todo mi amor lo pinto en ti...
Tenerte a mi lado , llena mi vida de felicidad...
Y hermosos momentos que los he tatuado en todo mi ser...
Eres piel de mi piel...
Aire que respiro...
Y vida que necesito para andar sobre este mundo...

9 meses te abrasé en el interior de mi cuerpo
Cuide de ti y contigo le cante a la vida
Dando gracias a Dios por el ángel que me regalo

Ahora que ya cumples 1 año
Y veo como haz crecido y como haz cambiado
Solo me queda enseñarte las cosas mas importantes de la vida
Ser siempre tu, amarte tal cual eres, que te enorgullezcas de tus logros
Y de tus errores que te harán una mejor persona en la vida

Una madre siempre quiere lo mejor para una hija
Como madre deseo que el sol brille siempre en tu vida
Que las flores te abrasen con sus aromas
Que los vientos de la tarde sean aquellos que peinen tus cabellos 
Y llegada la noche, sea la luna que abrigue tus sueños 
Lo deseo todo para ti…

Pero la vida siempre tiene complicaciones y aunque no puedo cambiar...
El rumbo de las cosas, estoy segura que lograras muchas cosas en la vida
Mi niña eres lo que mas amo...♥
La Vida Vale Más Que Todo El Oro Del Mundo

No eres una mala madre...

No, ni siquiera cuando pierdes los nervios y gritas, ni cuando 
te supera todo y los mandas a su habitación, ni cuando te 
quejas en voz alta porque estás cansada. 
Ni cuando te das cuenta de que no era para 
tanto pero los has reñido igual.

Aunque te gustes mas sonriente y cariñosa, divertida y risueña. Y es que hace mucho que no te ves así y últimamente siempre estés enfadada.
Cuando el sueño habla por ti, y el cansancio, y las malas noches y los malos días.
Y terminas la tarde con los niños durmiendo y tu llorando sola.
Agobiada y agotada, casi deprimida, y sintiéndote culpable.
Culpable por no ser esa madre sonriente y feliz de la foto, la de paciencia infinita y niños limpios y peinados que no se manchan comiendo.
Esa haciendo manualidades en una casa brillante y ordenada.

Cansada. Así te sientes.
Porque te pasas el día corriendo detrás de ellos en horarios absurdos de clases, y en los intervalos compras, cocinas, limpias.
Y vives en un sin vivir de idas y vueltas, y cuando terminan sigues con extraescolares, y meriendas con amiguitos, y ayudándoles con los deberes y controlando que coman, que merienden, que cenen, que se laven las manos y los dientes y el pijama, y mañana tiene exámen, y no se sabe la tabla del 6, y tienes que leerte el cuento, y cuando por fin llega la hora y se queda la casa en silencio… Te parece poco todo lo que has hecho y te miras en el espejo y no te ves sonriente, tu pelo da pena, vuelves a tener una cesta de ropa sucia y ni siquiera se te dan bien las manualidades.
Y te sientas y tras 15 minutos te levantas del sofá para planchar porque te sientes culpable.
Muy culpable. Mala madre.

Por todo, por nada, por la vida…
Y te miras en todos los reflejos y no recuerdas la última vez que sonreíste al verte, y mides tus ojeras y las primeras arrugas y te vas a la cama con mal sabor de boca, esperando que mañana sea mejor día, aunque sabes que se repetirá el de hoy.

Cuando parece que el mundo está en tu contra y no llegas, no puedes con la casa, con la ropa, con los niños…
Y ese comentario de alguien de la familia diciendo: Claro, como no trabajas!
Y él, cuando llega aunque no dice nada te mira y sabes que se pregunta: Por qué no está lista la cena?
Y tu callas. Porque estas frustrada y sientes que lo haces mal, todo mal.
Porque te sientes culpable, no trabajas, y sabes que te juzgan por ello continuamente.
El, la familia, las amigas, hasta las mamás del cole, con ese no se de que te quejas? Si tu no trabajas, si además trabajaras fuera…
Mala madre. Culpable. Y ni te atreves a decirlo en voz alta, porque eres la primera que se juzga, mas duramente que nadie.

Y piensas que no has trabajado más en tu vida, cuando tus jornadas son de 24 horas, pero nadie lo ve porque es él que trae el dinero a casa, y nadie te valora. Ni tu.
Y tus hijos son pequeños y no entienden que también necesitas desconectar, y lo sabes, ellos no tienen culpa de nada pero pagas con ellos aunque no quieras, aunque simules una sonrisa en el fondo sabes que lo notan.
Y te lo demuestran llorando mas por cualquier cosa, peleando entre ellos, sacándote de quicio. Mamá, mamá, mamá.
No puedes más, estas frustrada, triste, agotada, y te miras y sólo ves a esa mala madre, sin paciencia, sin ganas, todo el día riñendo o gritando o enfadada.
La mala madre…

No eres una mala madre, tan solo una madre cansada. 

Y piensas que tal vez estarías mejor trabajando, y tus tristezas serían menos si sólo llorases por no verlos, que tal vez es eso lo que necesitas, echarles de menos y no de más.
Y esas noches tras el llanto recuerdas como era tu vida de antes y piensas que si no te habrás equivocado, porque con lo mal que lo estás haciendo seguro que fue un error tener hijos…

Mala madre.
Esa que mientras les riñe les prepara la ropa de mañana, y la cena, y le roba tiempo al sueño para coser dobladillos.
O para terminar ese disfraz, o para que mañana coman su comida preferida. O simplemente para que tengan un rato más de parque.
Esa que se despierta con cada tos, que se levanta si respiran distinto, que pone el despertador una hora antes para que se levanten con la casa caldeada. La que nunca olvida la merienda.
La mala madre.
La que hace mucho que no tiene tiempo para ella porque ya no sabe de prioridades, porque su única fe son sus hijos.
La que vive por y para ellos, sí, esa eres tu.
Tal vez no debieras exigirte tanto. Tal vez no debieran exigirte tanto.
No tendrías que estar sola, ni cargar sola con todo.
La maternidad no debiera ser sinónimo de amargura, ni de soledad.

La maternidad no debiera ser sinónimo de amargura, ni de soledad. 

Mala madre…
Quítate peso, suelta lastre, y sonríe, como hacías antes, y mira, a la madre, ni buena ni mala, que habita en ti.
Solo la madre perfecta, la madre de tus hijos.
Y quiérete.
Quiérete por el millón de cosas que haces a diario, y por las que no haces tambien, y por las que hacías y las que te gustaría volver a hacer, quiérete tal y como eres.
Y respira, no eres una mala madre, tan solo una madre cansada.
Mala madre. Un adjetivo que tarde o temprano todas nos ponemos, pero sabes qué?
Mala madre es la que maltrata, la que no cuida a sus hijos, ni los viste ni los baña, la que no se sienta con ellos a hacer los deberes, la que no les da la cena ni se preocupa de que duerman arropados. La que los abandona.
Tu no eres mala madre.
Miralos. Mírate, lo estas haciendo muy bien, lo mejor que puedes, lo mejor que sabes.
No lo olvides.
No tienes que cambiar tu, tiene que cambiar el mundo.
Quiérete!!! Y no vuelvas a llamarte mala madre…"