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Una madre sin conciencia condena a sus hijos a vivir un infierno durante nueve días.


Vladislava Podchapko es una mujer ucraniana de 20 años de edad, tenía dos hijos: Anna de dos años y Daniil de año y medio. Según ella, los adoraba y nada la había hecho más feliz que tener la oportunidad de ser madre. Llenaba su perfil y sus demás redes sociales con fotos de sus pequeños, escribía hermosas frases expresando cuanto los amaba y lo importantes que eran ellos en su vida y a diario se jactaba de ser una gran mamá.



Sus amigos, familiares y conocidos afirmaron cuando fueron entrevistados por la policía y los medios de comunicación que ella se esmeraba porque todos supieran lo orgullosa que estaba de ser madre de sus dos hijos y que aunque era joven estaba completamente preparada para asumir la responsabilidad que ello conllevaba.

Sin embargo, las cosas comenzaron a cambiar cuando ella conoció a un hombre del que quedó completamente enamorada, decía que era el amor de su vida, el hombre con el que siempre había soñado y que algún día muy pronto se casaría con él. Comenzaron a chatear muy seguido y como ella es una mujer muy atractiva el hombre pronto se interesó en salir con ella y pasar el rato juntos.

Desde ese momento toda su atención estaba en él y en el instante en que decidió irse de viaje con su nuevo enamorado, quedó sellado para siempre el atroz destino de sus dos chiquitos, lo que les ocurrió estremeció a toda Ucrania, lugar donde ocurrieron los hechos, e hizo que hasta la misma policía llorara de indignación, un oficial llegó a decir al ver lo que había ocurrido que sentía que este mundo era un infierno y no quedaba esperanza.


Vladislava simplemente un día llegó, hizo sus maletas y se fue de viaje con su nuevo novio. Según dijo después, consideró algo completamente normal dejar a sus hijitos de menos de tres años solos, a la deriva, sin que nadie viera por ellos!!! También dijo que no creía que algo tan grave pudiera pasar. Que clase de idiota es esta mujer, por Dios!!!…

Después de sus nueve días en el paraíso, al fin regreso a su casa cuando ingresó a la vivienda encontró una escena tan triste y desgarradora que me duele el corazón tener que describirla: halló a Daniil el bebé de año y medio muerto por hambre y deshidratación y al lado de su pequeño cadáver a su hermanita Anna llorando abrazada a él y cerca de morir también por las mismas causas.



Su pareja al ver la escena llamó de inmediato a la policía, que en pocos minutos se hizo presente en el lugar, hizo el levantamiento del cadáver, remitió a la nenita al hospital más cercano y apresó a la madre por negligencia. Cuando los agentes de protección infantil investigaron lo sucedido, salió a la luz que los vecinos pese a que escucharon a los niños llorar y quejarse no quisieron ingresar a la vivienda y optaron por la indiferencia, antes que por la solidaridad y humanidad. Manifestaron que no querían meterse en problemas y que ingresar a una vivienda sin permiso podía traerles complicaciones. Una total lástima que esto hubiera pasado, porque de haber intervenido tal vez el pequeñito aún estaría vivo.


Este grado de indiferencia es muy grave y sume a la sociedad aún más profundo en el hueco de dolor e injusticia en el que se halla sumergida.
Estos pequeños sufrieron hambre, soledad, frío y miedo por el desamor de una mala madre, por el abandono. ¿Cómo es posible que algo así haya podido ocurrir?, ¿Cómo es posible que estos niños hayan tenido que padecer tal sufrimiento y agonía? Siento tanta rabia y dolor que por la irresponsabilidad de una mujer, dos niños inocentes tuvieran que pasar por esto.



Afortunadamente la pequeña Anna sobrevivió y fue inmediatamente puesta bajo el cuidado del Estado, recibirá terapia para recuperarse del trauma que vivió durante el abandono al que fue sometida y a la muerte de su hermanito, que espero que se encuentre en un lugar donde pueda estar feliz y en paz.

Escalofriante revelación desde la cárcel.
Vladislava siempre se declaró inocente, sostuvo que no sabía lo que hacía y para empeorar las cosas confesó que espera un tercer hijo, un hijo que fue concebido en esas nefastas vacaciones que hizo en compañía de su novio. No entiendo como esta mujer puede engendrar más hijos, para qué los quiere, para hacerles, el día que se enamore de cualquier fulano, lo mismo que le hizo al pobre Daniil y a Anna???


En cuanto a su condena, esta fue inaudita, recibió tan sólo ocho años de cárcel por la muerte de su niño, sólo ocho años de cárcel!!! que injusto!!
De esta manera se cerró el horrible episodio del descuido de esta mujer, un pequeño falleció, una niña sin hogar y ella pasara un ratito en presión antes de salir a seguir teniendo hijos para vaya a saber uno darles qué tipo de vida.
Si esta historia no sólo te entristeció, sino que también te indignó, compártela con un mensaje donde se exija un castigo más duro, que aquellos que la juzgaron sientan nuestro repudio y que para nada estamos de acuerdo con su decisión.


Esta historia es tan triste e inaudita que casi me hace perder mi fe en la humanidad.

¿Es que cómo puede existir gente así de irresponsable, de inconsciente, desconsiderada?




Pienso que el problema radica en lo jóvenes que son muchas madres, obviamente, esto no es excusa y habrá variados ejemplos de mujeres que quedaron embarazadas a temprana edad y son excelentes madres, se han sacrificado y han cuidado de sus hijos de forma ejemplar, pero existen también muchos ejemplos de madres jóvenes, en su mayoría solteras, que han abandonado y hecho las peores cosas a sus hijos producto de su inmadurez, falta de responsabilidad y falta de apoyo por parte del padre que suele desentenderse de sus obligaciones y deberes para con su hijo.

Toda la tragedia ocurrida fue causada por la juventud de la madre, su increíble irresponsabilidad y falta de consciencia, de ninguna manera la estoy justificando, todo lo contrario, me parece que merece el peor de los destinos y el castigo más cruel que se le pueda imponer a alguien.

Claro está que nadie puede desconocer el trabajo enorme y difícil que conlleva ser madre y todas podemos cometer errores y faltas, pero jamás con mala intención. Equivocarse en la crianza de un hijo es normal y pese a la inexperiencia con amor y esmero logramos sacar adelante a nuestros pequeños.

Sin embargo, lo que esta desalmada les hizo a sus dos hijos, no fue una pequeña equivocación como ella insiste en hacer parecer lo ocurrido, lo que hizo raya con la locura, con la enfermedad mental, no fue un error, fue un crimen imperdonable.

Aunque yo no sé que me da más rabia si lo que esta mujer le hizo a sus hijitos o que la justicia haya sido tan blanda en su castigo. Es el colmo, si no hay penas ejemplarizantes, si no hay mano dura, estas cosas jamás dejaran de suceder y como siempre las víctimas serán los pobres niños.

Es muy injusto que todo haya acabado así y que ella 
no pague lo suficiente por lo que hizo.








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